Una vez más en este periplo.
Monday, 25 June 2012
Sunday, 17 June 2012
Relámpagos
Hoy ahora nos podemos sentir todos en el centro mismo de la tormenta. Podemos sentirnos unidos por ese ruido abrupto e interminable. Nos moja esta misma agua y el mismo rayo nos dará la muerte.
Friday, 15 June 2012
JCM
"Nuestro juicio y nuestra imaginación se sentirán siempre en retardo
respecto de la totalidad del fenómeno. Por consiguiente, el mejor método
para explicar y traducir nuestro tiempo es, tal vez, un método un poco
periodístico y un poco cinematográfico” José Carlos Mariátegi
Tuesday, 12 June 2012
Justicia-tiempo
El semestre pasado, para una clase del troncal de estudios coloniales hablamos sobre las concepciones andinas del tiempo, y cómo el futuro se pensaba en tanto repetición de lo ya sido. Justo en esa época fue la funa al homenaje a Krassnoff. América dijo algo bien cierto: en ese momento, el pasado sí se encontraba en el presente, y no sólo como recuerdo.
Domingo, calles desiertas. Tumulto y tensión. Apenas un millar de personas (pero me da ya rabia decir "apenas un millar" porque ahí se expresa la brutalidad en que seguimos viviendo) en el teatro Caupolicán, consignas pinochetistas, desprecio por las vidas humanas y por los proyectos que quisieron creer en lo más humano de lo humano -en la posibilidad misma de lo híper-humano-, desprecio por el valor de un pueblo de intentar sacudirse décadas de humillación. Creen que somos unos malagradecidos, y no se equivocan, porque no damos las gracias a un 'regalo' así de manchado.
Pasamos en auto por Tarapacá con San Diego y frente a mí se repite una escena que nunca he visto y que a la vez se me hace tan conocida. Pacos en moto. Muchos, decenas, no terminan de pasar, no termina de pasar la escena sacada de algún documental o de algún capítulo de "Los Ochenta" o de algún momento imaginado de jornadas de protesta. De nuevo el 4 de agosto, de nuevo el 29 de marzo. Nube de gas que oculta muy bien las figuras que deberían estar ya cansadas de tanto golpear, que ni se molestan en mover los restos de barricadas.
Friday, 8 June 2012
Sunday, 3 June 2012
Errores
A veces me pillo pensando que echo de menos a la gente equivocada, o que me equivoco al no echar de menos a la gente correcta.
Montajes
El gobierno está cada día en una posición más frágil, su proyecto aparece cada vez más puesto en entredicho. No siendo suficiente el hecho de que los candidatos presidenciales ya estén acaparando pantalla -y, con ello, obligando a esfuerzo reiterados por controlar la agenda institucional-, la noticia del viernes sobre el "caso bombas" deja en evidencia la debilidad no sólo de la coalición gobernante, sino de la clase política en general.
No soy muy dado a sumarme a las campañas de defensa y reivindicación de "presxs anti-autoritarixs", y aunque lo del "caso bombas" era a todas luces un montaje, nunca me sentí demasiado entusiasta por la causa. Las acusaciones de conspiracionismo son moneda común en la izquierda más radicalizada, al punto que nunca se puede ser demasiado escéptico con algunas historias bien disparatadas. En todo caso, parece existir una demanda moral muy maniquea a ratos de solidarizar con cuanta persona cae presa, borrando siempre las particularidades de lxs compañerxs, sin preguntar por qué tipo de política se está haciendo ahí; el apoyo debe ser irrestricto, y cualquier ajuste interno de cuentas queda siempre pendiente.
La situación ahora es bien otra. A la prensa no le ha quedado otra que transferir las responsabilidades a un gobierno imprudente y a un fiscal desbocado (ambas cosas reales, qué duda cabe) que armaron un asunto poco creíble para cumplir e instalar una agenda de "orden y seguiridad". Obviamente su pripia responsabilidad queda elidida. Sin embargo, y sin quererlo, esta arremetida puede llegar a ser útil en deslegitimar aún más al bloque dominante, aun a riesgo de 'moralizar' la lucha. Sí, lo del "caso bombas" es ante todo una injusticia demasiado brutal, que no puede sino provocar un rechazo odioso a quienes se desvelan por instalar un estado de excepción. Pero no basta con señalar lo injusto e indignante del caso, porque esto probablemente se volverá a repetir si es que se le da al Estado la oportunidad.
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