Additionally, social media and cellphone cameras hace created a
zone of mutual mass surveillance, which adds to the ubiquitous urban
networks of control, such as CCTV, cellphone GPS tracking and
face-recognition software. On top of institutional surveillance, people
are now also routinely surveilling each other by taking countless
pictures and publishing them in almost real time. The social control
associated with these practices of horizontal representation has become
quite influential. Employers google reputations of job candidates;
social media and blogs become halls of shame and malevolent gossip. The
top-down cultural hegemony exercised by advertisement and corporate
media is supplemented by a down-down regime of (mutual) self-control and
visual self-disciplining, which is even harder to dislocate than
earlier regimes of representation. This goes along with substantial
shifts in modes of self-production. Hegemony is increasingly
internalized, along with the pressure to conform and perform, as is the
pressure to represent and be represented.
[Adicionalmente, las redes sociales y las cámaras de teléfonos celulares han creado una zona de mutua vigilancia masiva, que se suma a las ubicuas redes de control, como los circuitos cerrados de televisión, el rastreo celular por GPS y el software de reconocimiento de rostro. Sobre la vigilancia institucional las personas se vigilan ahora rutinariamente las unas a las otras al tomar fotos y publicarlas casi en tiempo real. El control social asociado a estas prácticas de representación horizontal se vuelto bastante influyente. Los empleadores googlean las reputaciones de candidatos laborales; las redes sociales y blogs se vuelven salones de la infamia y del chisme malicioso. La hegemonía cultural de arriba hacia abajo ejercida por la publicidad y los medios corporativos es suplementada por un régimen de (mutuo) auto-control y auto-disciplinamiento, que es aún más difícil de dislocar que anteriores regímenes de representación. Esto va de la mano con cambios substanciales en los modos de la producción de sí mismo. La hegemonía es crecientemente internalizada, junto con la presión por conformarse y actuar [conform and perform], tal y como lo es la presión por representar y ser representado].
[Adicionalmente, las redes sociales y las cámaras de teléfonos celulares han creado una zona de mutua vigilancia masiva, que se suma a las ubicuas redes de control, como los circuitos cerrados de televisión, el rastreo celular por GPS y el software de reconocimiento de rostro. Sobre la vigilancia institucional las personas se vigilan ahora rutinariamente las unas a las otras al tomar fotos y publicarlas casi en tiempo real. El control social asociado a estas prácticas de representación horizontal se vuelto bastante influyente. Los empleadores googlean las reputaciones de candidatos laborales; las redes sociales y blogs se vuelven salones de la infamia y del chisme malicioso. La hegemonía cultural de arriba hacia abajo ejercida por la publicidad y los medios corporativos es suplementada por un régimen de (mutuo) auto-control y auto-disciplinamiento, que es aún más difícil de dislocar que anteriores regímenes de representación. Esto va de la mano con cambios substanciales en los modos de la producción de sí mismo. La hegemonía es crecientemente internalizada, junto con la presión por conformarse y actuar [conform and perform], tal y como lo es la presión por representar y ser representado].
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