Tuesday, 23 September 2014

Una dislocación

Acabo de recibir algo que me obligó a volver sobre esta cita de Ronell. Y yo sé que despotrico siempre contra los francesismos, pero me siento partido e inmovilizado por esa idea que se dibuja en la reflexión al pasar: "The responsible being is one who thinks they've never been responsible enough, they've never taken care enough of the Other" [El ser responsable es uno que piensa que nunca ha sido lo suficientemente responsable, que nunca ha cuidado lo suficiente del Otro].

Friday, 19 September 2014

(De los diarios de Susan Sontag)

When you stop reading and put down the book, you mark the page so you can continue at exactly the same point when you pick the book up again another time. Similarly, when you are making love and stop for a moment (to pee, to take off your clothes) you must notice exactly where you were so that you can resume at that exact point a moment later. And then you must watch very carefully to see if it works, because sometimes—after even the slightest break— it is necessary to begin all over again at the beggining. 

Short cut: don't call sex sex. Call it an investigation (not an experience, not a demonstration of love) into the body of the other person. Each time one learns one new thing. 

[Cuando paras de leer y dejas el libro, marcas la páginas para poder continuar exactamente en el mismo punto cuando retomas el libro en otro momento. De forma similar, cuando estás haciendo el amor y paras por un momento (para mear, para sacarte la ropa) debes notar exactamente dónde estabas para poder retomar en ese punto exacto un momento después. Y entonces debes mirar muy cuidadosamente para ver si funciona, porque a veces –incluso después de la pausa más leve– es necesario empezar todo de nuevo desde el principio. 

Atajo: no llamar sexo al sexo. Llamarlo una investigación (no una experiencia, no una demostración de amor) en el cuerpo de otra persona. Cada vez se aprende una cosa nueva].

Wednesday, 10 September 2014

Compulsión de repetición

¿Por qué mantener ciertos gestos en el tiempo? Sea la escritura manual, en las varias libretas que ya se desperdigan por esta pieza, o en este otro cuaderno, hay una persistencia que se resiste a ser pensada como mero hábito. Lo que en un principio pareció ser una apuesta por entablar comunicación -con quien fuese-, ahora se transformó en otro monólogo; una extensión de las libretas y cuadernos que reconoce otra linealidad. Una potencialmente infinita, que no debe lidiar con los los saltos de página, la confusión en las entradas o los cambios de soporte. Cada transformación de este espacio opera la simultaneidad en el cambio de registro. Y aun en la escritura me veo forzado a comprender las cosas de otra manera, porque la atención al 'contenido' es lo único que -en principio- marca las diferencias entre un momento y otro de mi vida (en oposición a los trazos y tintas que, indefectiblemente, acusan recibo de lo que pasa a la vez dentro y fuera de los cuadernos).

Tuesday, 26 August 2014

"Me niego rotundamente a seguir con los círculos. Los círculos y yo tenemos una relación puramente estática. Ellos se parecen a mi no en la forma, sino en el vacío. Ellos mentan mi nombre para reirse en sus reuniones, y beben hasta que la lengua se les pone lacia y miran mi rostro esperando la mueca de antaño".
RO

Unirse en la forma o por medio de ella. Pensar en las formas en lo que tienen de vinculación, en vez de circunscribirlas a un gesto de contención. De ahí que los nexos sean también un medio de anexarse (sinonimia que no se puede escapar: medio, modo, forma) o incorporarse en aquello que puede haber de común. Nos cabe la responsabilidad, hoy, de inventar aquellas formas que juntan como modo de resistir lo centrífugo que se sobreimpone a nuestra propia cotidianeidad.

¿Un círculo es una forma de reposo? ¿Será ahí en donde reside su diferencia con la espiral, en su movimiento?

Monday, 11 August 2014

Infancias (transicionales)

I
Extraña relación con el "Día del niño". En muchos momentos siento que no la nostalgia que ataca a todo el mundo pasa de largo conmigo. Crecer no ha sido, a fin de cuentas, tan terrible. O, más bien, en el contraluz de las cosas que fueron quedando atrás la situación actual (ese momento de tránsito, el lugar intermedio entre la juventud que se repite y la adultez que se elude a toda costa, con los mayores esfuerzos posibles y no poca dosis de pánico) adquiere otro contorno.

Se mezclan las imágenes, por eso la infancia-memoria funciona por yuxtaposición. ¿Qué importancia puede tener la coherencia narrativa a los ocho años, cuando se es aún muy pequeño como para asistir a funerales pero ya lo suficientemente grande como para estar informado de la muerte familiar? De alguna forma, la secuencia es menos importante que la simultaneidad, el montaje tiene un valor completamente derivado porque no se juega nada en la coherencia de un relato sobre la niñez.

Recolecto algunos trozos, no por afán de fragmentación, sino casi todo lo contrario. Quiero dar un tipo de testimonio, y sólo logro armarme escenas en virtud de lugares (las plazas cerca de la casa, el recorrido de la 333 hacia Maipú en los veranos, los intentos repetitivos por ver el mar camino a playa) y olores (pastelera, cemento mojado, cáscaras cítricas sobre la estufa a parafina), a veces objetos (juguetes compartidos en un cesto de mimbre, los primeros libros, el primer -y casi único- cambio de cama).

II
Difícil hablar de nostalgia cuando pienso en la niñez. Por cada instante que asocio con el refugio cálido de la nostalgia se me aparece aquello que permite recordar de esta forma. Soy de ese lote que creció en la transición, muy chicos para hablar de primera mano de la dictadura y demasiado grandes como para no tenerla rondando de alguna forma (por eso es que el testimonio se me dificulta; llegamos muy tarde y muy temprano a la vez, y eso es lo que se le prohíbe a cualquier testigo: no haber estado ahí).

En mi caso, las fechas parecen alinearse de manera ominosa. Me cuesta pensar "como niño" más allá de ese inicio del fin de la transición (uno de los muchos) que fue la detención de Pinochet, el 98. Y, a la vez, otro hito más, las movilizaciones de 2011, vienen a disputar nuevamente el derecho a pronunciar por muerta la política de los noventa. Por lo mismo es difícil, una vez más, la nostalgia. ¿Cómo se puede querer volver al hogar de una época que representa todo lo que aparece hoy como repudiable? Y, al mismo tiempo, ¿cómo habría transcurrido esa infancia sin la tele infantil elusiva (Cachureos, monos japoneses de todo tipo, amagues de programación educativa), sin la ignorancia de las coyunturas políticas, sin el espejismo de la economía rozagante del chorreo (la riqueza tan cerca para quienes todavía no sabían cómo olvidar que eran pobres)?

Nos encontramos transicionando justamente por no tener casa a la que volver. Ya es muy tarde como para desear esa restitución: Sailor Moon sacó un nuevo ciclo y es eso, al parecer, lo que renueva los entusiasmos por ver el anterior. Pero ahora todo está más condensado, los tiempos ya no son los mismos como para ver una pelea expandida a lo largo de dos semanas; la urgencia pone un acento incómodo en el pasado. Yo no quiero volver a ser el mismo de antes antes ni mucho menos el de hasta hace poco.

La tarea del traductor

El placer de traducir el mismo fragmento una y otra vez, al punto en que se logra memorizar el fraseo, pero luego la memoria misma recuerda los intentos previos por buscar traslaciones, y cada iteración viene a variar un detalle: comas en otra secuencia, las sintaxis más o menos enrevesadas, un adjetivo menos castizo para acusar la situación desplazada del texto.

Tuesday, 5 August 2014

Cansancio de hacer una clase que ni siquiera dura todo lo que una está acostumbra que duren las clases. Y no sé cómo se me ocurre la estupidez de mezclar tantos textos.

Monday, 28 July 2014

Novedades bibliográficas

Pillé una edición barata (por decirlo de una forma) de las obras completas de Karl Blossfeldt y siento que quiero puro escanearlo y subir todo. Benjamin, apiádate de mi reproductibilidad técnica.

Friday, 18 July 2014

Cocinar para les amigues

No sé si cocinar me gusta sólo porque es un preludio a la comida (de la misma manera que, a veces, leer es el preludio de la escritura, o viceversa). En ocasiones un sandwich -esa comida que "debiera" sacarla a una de apuro- demanda una atención inesperada sólo por poner un ingrediente más, casi como un acto de vanidad. Pienso que así debe sentirse (pienso, porque se trata de algo completamente por fuera de esa automatización de lo cotidiano) el estar un poco atrasado y parar de todos modos una vez adicional para mirarse al espejo y maquillarse, o hacerlo en el metro camino a estudiar antes del cierre de semestre: atender a los detalles que contradicen el dictado de la necesidad/utilidad.

Pero quizás el pintarse no sea la mejor analogía, porque el goce más grande me viene de cocinar para el resto, sin importar de cuántas personas se trate. Hay algo en el disfrute simultáneo que separa, para mí, a la cocina de esas otras actividades para desatar los sentidos. Puede que también se trate de lo que, a lo largo del tiempo, he podido intuir como un componente feminista (hasta me da pudor decirlo así) en el preparar comida para otres.

Si el aprender a cocinar estuvo marcado por la urgencia, la cantidad por sobre la calidad y, además, las condiciones del apuro que sólo ponían presión para que el agua hirviera más rápido (en definitiva, todos los aspectos opresivos y, por qué no decirlos, autoritarios), ahora la cocina es como un paréntesis a la vez que una caja de sorpresas para regalar de manera indiscriminada. Ahí puede haber abundancia y generosidad no sólo por lo que llega al plato, sino por el sencillo hecho de asumir una el trabajo doméstico como algo placentero y no como una mera imposición. La semana pasada Julieta Paredes y Adriana Guzmán hablaban de la maternidad como experiencia comunitaria y no como esclavitud individual, y el desplazamiento hacia la comida se torna inevitable, justamente porque se trata del momento en que se puede lograr la realización individual en el encuentre con les otres.

Tanto quienes están más cerca como la gente conocida al pasar puede haberse dado cuenta que pocas cosas me satisfacen más que cocinar para el resto, aun si es que todavía no me libro de esa inseguridad absurda de darle en el gusto a todes, de temer que alguna cosa no quedó a punto o que podría haber intentado algo más showcero. Carezco de casi todas las habilidades manuales o de lo que usualmente se denomina como "creatividad" (no pinto, no dibujo, no soy capaz de armar cosas ni de trabajar con herramientas caseras), pero en una cocina me siento cómoda y contenta (por lo mismo me frustra cocinar improvisadamente, sin saber con qué cuento o sin esos implementos pequebus que hay en mi casa). Hacerle comida a mis amigues es, quizás, la forma en que puedo asumir de forma concreta la transformación de relaciones sociales que un feminismo de clase pretende: echar por tierra la superioridad del trabajo intelectual por sobre el material, darle un lugar a los afectos como parte del trabajo, visibilizar la importancia del trabajo doméstico para la sobrevivencia, crear lugares en los cuales todes podamos sentirnos valorades.

Y, también, está la cuestión "estética". Hace unas semanas -en una conversación con la dosis usual de humor y ridiculez- comenté con las Champurrias que, para mí, la cocina era la experiencia artística completa porque integraba todos los sentidos posibles, desde la preparación hasta que se come uno las migas del pan. Por eso me enoja tanto que haya quienes se preocupan del peso, la comida y la figura corporal como si fueran valores en sí mismos. ¿Qué sentido tiene un mundo en que no se puede chanchear con les amigues si uno anda triste? ¿Realmente vale la pena ir al gimnasio todos los días y matarse de hambre sólo para confirmar las expectativas de belleza de una sociedad tan enferma que dice que hay cuerpos que sencillamente no son válidos por no "mantenerse en forma"?

La rebeldía culinaria no es substituto de nada, de la misma manera que el placer de un postre no es capaz de darlo el más sesudo análisis de coyuntura. Lo cierto, sin embargo, es que se han hecho revoluciones sin manuales de táctica y estrategia, pero no se cambia la historia con el estómago vacío.

Thursday, 10 July 2014

Volver a la investigación y sus tiempos. Se me había olvidado lo que era nadar en la incertidumbre: hay mucha información o muy poca.

Sunday, 22 June 2014

(Tras leer un texto de alguien cercano, idea cursi).

Compartirnos el sacramento del llanto.

Universitätslehre

Asumir nuevas responsabilidades, sin que ello implique un "salto cualitativo". Hacer un curso, por ejemplo, significa hacerse cargo de todo lo que usualmente ocurre sin que sepamos bien cómo, a la vez que implica colocarse (o, derechamente, ser colocado) en el lugar de quien sabe. Sigue costando el concebir la docencia universitaria como práctica pedagógica que, aunque diferenciada, participa de la generalidad de un proceso mayor o más amplio. Aun si se trata, las más de las veces, de Bildung en su sentido más tradicional, la enseñanza universitaria no deja de involucrar la praxis pedagógica que también se despliega en otros lados (y con otras complejidades).

Saturday, 21 June 2014

¿Qué es lo que distingue las obras en las que "no pasa nada"? De alguna forma, ciertos textos de Kafka o incluso algunos de Kincaid tienen la virtud de no narrar tránsitos significativos. Mismo con películas como las de Coppola o Godard. Terminé de ver Gloria, de Sebastián Lelio, y me quedo con la sensación que ese "no-transcurrir" terminó estilizándose de algún modo.

Continuará.

Tuesday, 27 May 2014

Aus die Welt selbst ist zu uns die Rettung gekommen.

Saturday, 17 May 2014

Creo que en algún momento caí en cuenta de que ya cierto mareo no se producía. No éramos lo suficientemente jóvenes como para tener un grado de fascinación con lo no-experimentado, pero tampoco éramos tan viejos como para tener 'suficientes experiencias'. O debería decir: no somos. Así, con ese presente de insuficiencia o exceso, y por ello cabe hablar todavía de maduración, sólo que esta no se termina nunca. De chico pensaba que madurar, como las frutas, implicaba el paso hacia lo comestible, el ablandamiento. Es algo, a fin de cuentas, que se alcanza en algún punto. Pero por más que nos machacan, nada nos digiere, ni el ácido más intenso del fracaso constante. He aprendido a valorar esa insistencia de mis amigos, dejar de confundirla con testarudez y ver que es una señal de otra cosa. En lugar de ablandarnos simplemente estamos más rasmillados, tanto que no alcanzan a formarse las cicatrices.

Monday, 5 May 2014

Dice Pizarnik:
"¿de dónde viene esta conspiración de invisibilidades?
ninguna palabra es visible".
Y afirma, entonces, por intemedio de esa misma interrogación, el hecho de la discontinuidad entre la palabra y lo visible. Aun: se tentaría uno de decir, la discontinuidad entre la palabra y lo material. Sin embargo, la voz sólo apunta a la duda entre los nexos indisolubles entre la materia y la palabra. Más bien, habría que decir que es sólo aquel vínculo entre la palabra y la materia que ella designa, no la materia que la palabra es. Que ninguna palabra sea visible no implica, por su parte, que ninguna palabra pueda ser tangible o material. Por el contrario, Pizarnik deja esa puerta abierta y sólo parece instalar fractura entre la similitud de materias de órdenes distintos, pues el lenguaje debería renunciar a su participación del mismo orden matérico de aquello que provee el sustento. Si la poesía ha de existir, parece, es en esa substracción de la continuidad, en el espacio propiamente negativo de lo que podría conspirar contra lo visible, sin por ello ausentarse del todo del mundo "concreto real".

Saturday, 3 May 2014

Obligarse a la escritura con mayor tenacidad ahora que las temperaturas descienden. En medio del invierno se condensa el aire justo que amarra las búsquedas léxicas y los cambios del ritmo. Veo lo que hablo para luego obrar una transposición. Estampar en la página es como un soplo de otra disposición: en vez de insuflar la vida en la hoja, se constata la propia existencia en el vaho de la mañana que se vuelve visible 'a contraluz'.

Sunday, 13 April 2014

Dos notas de actualidad


I. No logro encontrar razones convincentes para el ingreso de Moisés Paredes -y otros contertulios suyos de igual calaña- al PPD que no pasen por la idea del 'viejo chico' (un Girardismo adolescente, quizás). Si es por apoyar a Bachelet, la Jota es la opción más lógica. Con todos sus derroteros que hacen pasar rabia -esto es, stalinismo y Nueva Mayoría de por medio-, el PC y la Jota son parte importante de la historia del pueblo organizado en su lucha por una vida digna. Se trata, a fin de cuentas, de una de las muchas formas históricas del comunismo y no creo que haya que tirarla al tacho de la basura sin más, de la misma forma que no se trata de darle chipe libre al Comité Central para hacer lo que quiera y seguir perpetuando una praxis política que tiene varios momentos de agraz.

II. Curiosa la esperanza que surge de los momentos cataclísmicos. Una de las señales del cambio político-social que viene en proceso de orquestarse en los últimos años es la vigencia de la consigna "sólo el pueblo ayuda al pueblo". Al revés de la prescindencia obsecuente del aparato estatal -su negación voluntarista y fanática-, los esfuerzos que se despliegan en Iquique y, ahora, en Valpo, hacen pensar que ese tejido social arrasado por otras aplanadoras/retroexcavadoras nunca se perdió de forma tan irremediable y que hay formas de hacer avanzar la historia mediante el reajuste del reloj.

Monday, 7 April 2014

Wladimir Sepúlveda, in memoriam

Siempre se muere un poco más cuando las agonías se prolongan por un golpe que se da en otro lugar. Yace el cuerpo contuso y las piedras caen todavía a kilómetros de distancia, claman por otra sangre. Mientra más se derrama, más nos espantamos frente a la indefensión de una comunidad que se materializa ante el miedo a perder igualmente la vida. O tal vez no se trate de que la forma sea la misma, sino el miedo a perderla sin más, por saberse "algo" que amerita la muerte. Y no es posible, entonces, ser sorprendido por ella como creemos que le ocurre al resto, sino que estamos en permanente compañía de aquello que habrá de suscitarla (aquí, sin embargo, no gozamos de privilegio alguno, porque no seremos las primeras ni los últimos en vivir con la conciencia de que sólo contamos con tiempo a concesión). No tenemos la oportunidad de escapar de nosotres, a ver si le hacemos el quite por un rato a la muerte, pero siempre con ojo encima del hombro, pensando que quizás si soy menos fuertona o si me maquillo un poco más, me dejo más largo el pelo o mejor no uso esos pantalones, de chiripa ando tranquila unas cuadras después de la disco. Llega a dar vergüenza decirlo, pero a ratos la lucha parece ser sólo por el derecho de morir en paz.

Saturday, 22 March 2014

Polémicas pobres

No se me ocurre otro calificativo para la pseudo-discusión que se ha armado a propósito de la "Marcha de todas las marchas". Valga el proviso de que aquí no hablo como parte desinteresada en un conflicto que tiene mucho de ilusorio (al menos visto desde esta vereda). Se ha tratado de un palabreo inmotivado por cuenta de una organización asaz antidemocrática, como es el MOVILH, contra un espacio de representación que, con todos sus problemas internos, resulta ser el organismo que mejor cuenta da de las discusiones e intenciones de movilización del movimiento estudiantil universitario.

Cuesta reaccionar de otro modo cuando se anda diciendo que la CONFECh no responde a los intereses del movimiento social, así tan livianamente, o que "la discusión sobre Venezuela" entrampó el apoyo a una iniciativa de caracterización nebulosa y ambigua, no se hace otra cosa que restarle fuerza a un actor y cuestionar su legitimidad. Todo ello en condiciones que debiesen reclamar una perspectiva estratégica mucho más concienzuda que el mero enojo por no sumarse a un mono que ya estaba armado hace meses con tal de fungir de plataforma mediática.

Básicamente, el argumento del MOVILH y su imperator caesar augustus sempiternus, Rolando Jiménez, es que como los estudiantes andamos discutiendo pescás no somos capaces de sumarnos a esta (su) gran iniciativa ciudadana. Postura enunciada, dicho sea de paso, desde un locus "progresista" que reclama por la incapacidad de otros espacios de salirse de la línea del partido (curiosísima operación que esconde la militancia propia y los vínculos -más o menos formales- que existen de un tiempo a esta parte entre el PRO y el MOVILH).

Con toda honestidad, no termino de comprender qué pasa por la cabeza de Jiménez, cuál es su perspectiva política. Porque al parecer él y otros progresistas, como Jaime Parada, andan más preocupados de pegar codazos hacia al lado que de confrontar con claridad al enemigo que hoy amenaza con la desactivación burocratista de las reivindicaciones populares. Pero claro, a este lote jamás se le pasarían por la cabeza las palabras "estrategia", "popular", "reivindicación". Lo importante es figurar en la foto con ellos y listo, sin discusión real, sin disputa por los contenidos, sin ponerse frente a las preguntas difíciles. Se espera de nosotres que delegemos en ellos la capacidad de vocería e interlocución, sin respeto alguno por las formas internas de democracia que cada sector se ha dado. Mucho a mí puede enojarme que la CONFECh no reaccione como me gustaría ni con la rapidez que me gustaría, pero el trabajo por transformar esas instancias parte haciéndose cargo de la organización de base, con trabajo cotidiano, no buscando las cámaras y armando polémicas ridículas que lo único que hacen es dividir artificiosamente.

En síntesis: pa' la casa, washa culiá...