Saturday, 22 March 2014

Polémicas pobres

No se me ocurre otro calificativo para la pseudo-discusión que se ha armado a propósito de la "Marcha de todas las marchas". Valga el proviso de que aquí no hablo como parte desinteresada en un conflicto que tiene mucho de ilusorio (al menos visto desde esta vereda). Se ha tratado de un palabreo inmotivado por cuenta de una organización asaz antidemocrática, como es el MOVILH, contra un espacio de representación que, con todos sus problemas internos, resulta ser el organismo que mejor cuenta da de las discusiones e intenciones de movilización del movimiento estudiantil universitario.

Cuesta reaccionar de otro modo cuando se anda diciendo que la CONFECh no responde a los intereses del movimiento social, así tan livianamente, o que "la discusión sobre Venezuela" entrampó el apoyo a una iniciativa de caracterización nebulosa y ambigua, no se hace otra cosa que restarle fuerza a un actor y cuestionar su legitimidad. Todo ello en condiciones que debiesen reclamar una perspectiva estratégica mucho más concienzuda que el mero enojo por no sumarse a un mono que ya estaba armado hace meses con tal de fungir de plataforma mediática.

Básicamente, el argumento del MOVILH y su imperator caesar augustus sempiternus, Rolando Jiménez, es que como los estudiantes andamos discutiendo pescás no somos capaces de sumarnos a esta (su) gran iniciativa ciudadana. Postura enunciada, dicho sea de paso, desde un locus "progresista" que reclama por la incapacidad de otros espacios de salirse de la línea del partido (curiosísima operación que esconde la militancia propia y los vínculos -más o menos formales- que existen de un tiempo a esta parte entre el PRO y el MOVILH).

Con toda honestidad, no termino de comprender qué pasa por la cabeza de Jiménez, cuál es su perspectiva política. Porque al parecer él y otros progresistas, como Jaime Parada, andan más preocupados de pegar codazos hacia al lado que de confrontar con claridad al enemigo que hoy amenaza con la desactivación burocratista de las reivindicaciones populares. Pero claro, a este lote jamás se le pasarían por la cabeza las palabras "estrategia", "popular", "reivindicación". Lo importante es figurar en la foto con ellos y listo, sin discusión real, sin disputa por los contenidos, sin ponerse frente a las preguntas difíciles. Se espera de nosotres que delegemos en ellos la capacidad de vocería e interlocución, sin respeto alguno por las formas internas de democracia que cada sector se ha dado. Mucho a mí puede enojarme que la CONFECh no reaccione como me gustaría ni con la rapidez que me gustaría, pero el trabajo por transformar esas instancias parte haciéndose cargo de la organización de base, con trabajo cotidiano, no buscando las cámaras y armando polémicas ridículas que lo único que hacen es dividir artificiosamente.

En síntesis: pa' la casa, washa culiá...

Tuesday, 18 March 2014

(De Lispector)

...ése era pues el secreto hacia el cual se encaminaba desde la infancia; el centro del deseo era rutilante y sombrío, eléctrico y tan terriblemente nuevo y frágil en su contextura que podía destruirse a sí mismo apenas con profudinzar un poco más, apenas fulgurando un instante más.

Thursday, 6 March 2014

(A propósito de Arguedas)

Hace unas semanas terminé Todas las sangres. Tenía la intención de escribir algo, pero me he ido demorando y no logro dar con los tiempos que me permitan contemplar con el estremecimiento justo esa experiencia de lectura. De buenas a primeras, me asalta el reconocimiento de que al cerrar la tapa del segundo volumen he "completado" toda la novelística de Arguedas. De ninguna otra escritura puedo reclamar un grado de conocimiento parecido (posiblemente Woolf, pero ni de cerca), y me pregunto por el efecto que esta cercanía -¿cabe hablar aquí de intimidad?- está provocando en mí.

Quizás ahora pueda actuar bajo el supuesto de que me encuentro más "autorizado" para cualquier pronunciamiento sobre esta obra, pero me resisto a asumir esa (im)postura: una lectua al paso puede, por los motivos más inesperados, dar con esa fibra vibrátil que atestigua parte del sentido de un texto. Más aún: justamente en aquel contacto intempestivo es donde cabría apostar por aquello que remece y reconfigura el paisaje de las relaciones establecidas con determinados objetos. Una familiarización que abre las puertas de lo nuevo a causa de su ausencia de compromisos o lealtades previas, sin que ello fuerce al sadismo desconsiderado.

Llegado a este punto de recorrido, no obstante, me siento en proceso de hacer calces retrospectivos, como si estuviera en la escena inicial de Yawar Fiesta, llegando al abra desde donde se distingue una parte del pueblo indio. Sólo que, en esta ocasión, ocurre el desdoblamiento que posibilita la perspectiva de aquellos segmentos hasta ahora obstruídos, sin por ello ser invisibles. Siento la conciencia de una simultaneidad no-simultánea, expresada en la conjunción de visiones a tiempos distintos que se yuxtaponen en la rememoración de los relatos ya leídos.

Tras haber hecho el camino sinuoso entre varios puntos -que reclaman su estatuto de aquí y ahora al mismo tiempo- se me configura la imagen de una narrativa arrojada a su propio descoyuntamiento. Arguedas mismo es la primera víctima de la fricción irresoluble y fatal que tensiona los mundos constitutivos de su narrativa: la propia experiencia de una sociedad fisurada (una sociedad cuya experiencia histórica ha sido el perpetuo lidiar con sus fisuras mediante la negación que las profundiza y hace más inhumanas) y la imposibilidad real de que la escritura aloje -y aun, en su dimensión utópica, suture- al mundo en el cual se despliega.

Arguedas se plantea un desafío cuya intimidad irrecusable termina por volverme espectador desesperado y cómplice, de la misma manera que él también se figura a sí mismo. Sólo que no soy capaz de entrar en ese contacto secreto con una lengua y una cultura "cercadas para ser mejor dominadas", pero que en su escenificación escritural se abren de manera tan infinita que la esperanza se cuela por fuerza entre las hebras del habla interferida, del desentendimiento mutuo, de la irracionalidad creativa y turbulenta de una sierra que se defiende por medio del permanente desgalgarse sobre quienes la atacan.

De hecho, creo que es eso también lo que me ha ocurrido a mí: he sido impactado por una narrativa que es aluvional porque aluvionales han sido sus orígenes, escindidos a cada tramo, y no puedo negar que es la ininteligible utopía del yawar mayu la que me ha traspasado ahora que llego a este punto del trayecto.

Tuesday, 4 March 2014

(De Cornejo Polar)

...en el universo andino las asociación general entre escritura y poder tiene que historiarse dentro de una circunstancia muy concreta: la de la conquista y colonización de un pueblo por otro, radicalmente diverso, lo que hace que los conflictos entre voz y letra tengan aquí un significado de ruptura y beligerancia mucho más definido -y mucho más fuerte- que los que aparecen dentro del desarrollo orgánico de una sola sociedad o de sociedades relativamente similares. En otras palabras: la escritura en los Andes no es sólo un asunto cultural; es, además, y tal vez sobre todo, un hecho de conquista y dominio.

Thursday, 27 February 2014

Años sesenta

; me gusta investigar sobre los sesenta porque siento que es como ir a un lugar que nunca conociste pero que se ve tan bacán y acogedor que lo único que quieres es recrearlo de alguna forma, pero no se puede.

Tuesday, 11 February 2014

(De Arguedas)

Quién eres, sombra,
negra sombra,
muerta.

Yo no sé
no sé nada
de ti,
¡au! triste sombra
sin nombre
ciega,
sin cabeza,
sin manos;
sólo dos huesos fríos:
¡llorad!
No te conoce sino la muerte.

(De Benjamin)

Die Lüge hat eine konstitutive Beziehung zur Rede (so daß Lüge durch Schweigen unsittlich ist).
La mentira tiene una relación constitutiva con el habla (de modo que la mentira por medio del silencio es inmoral).
"Notas para un trabajo sobre la mentira".

Sunday, 2 February 2014

El patetismo no se va sin más. Los 'malos hábitos' recurrentes siguen ahí: hablar de más (no hacer otra cosa que no sea un parloteo incesante); la incapacidad para leer la situación; una facilidad para entregarse sin ninguna precaución.

A fin de cuentas, vuelve la pregunta de siempre: ¿qué hace a un sujeto tan indeseable, pero incapaz de provocar el rechazo explícito que significa el asco o la rabia? ¿No sería tanto mejor la honestidad brutal y dura? Hay algo más humano en esa frialdad que en la fachada de interés, del "gracias pero no" que sustenta las miradas cruzadas. Tampoco es humanizar la crueldad, sino plantear la posibilidad de que vivamos en un mundo en el cual los afectos no sean un terreno tan devastado.

No me lo explico realmente de no ser por ese gran cartel -invisible para uno mismo, claro- que trunca los movimientos, que impide la manifestación real y más profunda de cualquier atractivo. Y ahí, la mezcla con todo lo de siempre: la autoestima, el cuerpo que no calza con nada (ni consigo mismo), los deseos frustrados una y otra vez, el historial de haber puesto más de la cuenta (o nunca lo suficiente). Pareciera el tropiezo continuo que lleva a la conclusión obvia de sentirse inculiable o por completo ininteresante.

Tal vez sea una mejor alternativa abandonar todo intento y sencillamente dedicarme a labores domésticas. No tengo talento para otras cosas que no sean preparar comida, servir copetes y hacer algo de humor mientras sapeo conversaciones ajenas y meto la cuchara desde la cocina. De ahí, que se vayan los chicos y yo me quedo esperando, me sienta más que la simulación indigna de la pista de baile. No, mejor quedarse en casa, preparar camas y dejar armado el desayuno para el día siguiente ("¿Té, café, yoghurt? ¿Pan con palta, mermelada?"). Lo peor, en realidad, no es asumir que esa es la tarea que me sienta ahora, después de una vida desbocada, porque eso nunca existió, sino que siempre fue lo mismo que ahora. "Sentir la ausencia de lo que nunca se tuvo, sólo por ver su manifestación actual y presente".

Monday, 27 January 2014

Nunca antes la sensación de pertinencia de la frase inicial de Kafka en su "Carta al padre" ("und wenn ich hier versuche, Dir schriftlich zu antworten"). Las consecuencias de aquello que ha de expresarse deben, por su propia fuerza, dar cauce a lo incompleto, al negativo de la experiencia de efectos devastadores a causa de la magnitud de la materia.

Wednesday, 22 January 2014

Memoriales amnésicos

¿Qué hacer cuando la historia se escribe borrando con el codo? ¿Cómo reaccionamos frente a la instalación de "hitos fundacionales" que hacen caso omiso de la densidad temporal que se acumula antes de ellos? Sale en las noticias una nota sobre la inauguración del "Memorial por la diversidad" en homenaje a Daniel Zamudio, y me pregunto si acaso es tan necesario que repitamos esos malos gestos de momentos anteriores: recordar sin asumir que, con ello, se fuerza un olvido. 

Tal vez se trate de ese hábito constitutivo de las personas no-heterosexuales -más marcado todavía en las organizaciones que hoy hegemonizan un tenue movimiento social- de vivir con la memoria lo más corta posible. Toda nuestra existencia, parece, se juega en la fugacidad de lo que no puede ni debe permanecer: la disco, el espectáculo, la música, los gestos. Entonces, cuando hay acciones que de forma deliberada instalan el olvido no puedo hacer más que enojarme. ¿Por qué insistir en la desmemoria cuando ya estamos tan asediados por ella?

Escudriño las pantallas y doy con el discurso de Rolando Jiménez, las declaraciones de la ministra Pérez e imágenes de claveles frente a un bloque de concreto. "Daniel aceleró la aprobación de la Ley Antidiscriminatoria, al tiempo que fue la primera víctima de la homofobia mencionada con nombre y apellido por la máxima autoridad del país, el presidente de la República". Desconcierto frente a esta frase. Y más rabia también, porque resulta que ahora lo importante es que una muerte aceleró el trámite de un mal proyecto, y eso es lo que merece ser recordado. Lo que vale inscribir en el relato colectivo que tenemos sobre nuestro pasado es que una figura, un "angelito" le dio a un puñado de organizaciones del gremialismo sexual la posibilidad de figurar como paladines de un mártir. Son las políticas públicas el espacio en el que tendríamos que reconocernos, no la lucha o la organización o la militancia.

Con su relato estatista, leguleyo y lastimero, Jiménez violenta la memoria que, de a poco y con persistencia furiosa, se ha intentado construir desde una orilla disidente. Me impacta que, en su discurso, no haya mención alguna de las víctimas del incendio en la Divine. No diría que me sorprende, porque sé bien qué esperar de un sujeto misógino y voraz por el poder, capaz de las alianzas más sucias y de los gestos más mezquinos. Pero no puedo no sentirme afectado por el hecho de que frente a una tragedia que debiésemos sentir como propia por la forma en que se hicieron presentes todos los mecanismos opresivos de la dictadura: hostigamiento policial, investigaciones negligentes, cierres del caso sin resultado alguno. 

No logro comprender cómo es que dejamos de lado esta memoria. Con toda honestidad, me cuesta imaginar una forma humana y ética de recordar que implique mandar al tarro de la basura una historia dolorosa sólo por privilegiar un hecho mediático reciente que ha dado rentables dividendos a dirigentes anquilosados y autocráticos. Parece que es más importante quedar en la buena con las autoridades de turno (los inconspicuos generentes del Estado) en vez de luchar por una conciencia colectiva que asuma la herida de una justicia negada y que permita, al mismo tiempo, la construcción de una lucha emancipadora. Y, sin embargo, los ejemplos de memorias desplazadas son tantos que me asombro de mi indignación, para, inmediatamente, desautorizar este asombro y reponer la rabia constructiva. 

Quienes nos reconocemos hoy en el campo de la disidencia sexual tenemos que asumir esta asimetría: no contamos con medios para lograr imponer desde arriba un recuerdo, y por eso mismo la tarea -persistente y furiosa, como las locas que somos- es la construcción solidaria de un relato que dignifique la lucha. Que no deje bajo la alfombra a lesbianas, trans e intersexuales. Que no asuma, en definitiva, que la fragilidad a la estamos expuestxs es parte de una sociedad opresiva que nos violenta de forma simultánea y múltiple. Recordar el dolor, pero no a costa de la negación de otros dolores que son tanto o más propios y urgentes de memoria.

Monday, 20 January 2014

Conversar: tocarse frente a frente. O seguir el dictamen de Quignard ("Oir es ser tocado a distancia"). Una voz que se cuenta algo, luego la escucha atenta y la respuesta que acusa recibo del desenvolvimiento de la pasión. Así, una mano hace remolinos en el cabello cuando comienza el diálogo. Dos amigos en el intercambio de lo íntimo que se juega entre ambos, tocándose mediante la palabra sin lograr que la distancia se desenmarañe del todo.

Tuesday, 7 January 2014

Acuerdo de Vida en Pareja: otro espejismo más

Andan diciendo por ahí que el Senado aprobó la idea de legislar sobre el proyecto de ley de Acuerdo de Vida en Pareja, el mentado AVP. Caras felices y celebraciones por este "primer paso histórico". Y, sin embargo, de lo que no se habla es del feroz disparo en el pie que significa este "pasito" vis-à-vis la demanda por matrimonio igualitario. Porque, como era de esperarse, la estrategia gradualista de reformas legales que han adoptado las agrupaciones LGBT hegemónicas (Movilh, =Iguales, parcialmente MUMS, entre otras) no es otra cosa que una incapacidad para leer el escenario político en que nos encontramos, lo mismo que la propia historia del movimiento LGBT de los últimos veinticinco años.

De lo primero, creo, todxs podríamos opinar. ¿No resulta acaso extraño que se apueste de forma tan vigorosa por la vía legistalitva, justo en un momento histórico en el cual los movimientos sociales con mayor capacidad de cambio han evidenciado las limitaciones del Congreso a la hora de responder a las demandas? Parece irrisorio, además, que se busque un empuje justo en la última hora de un gobierno de derecha, con lo que se produce el paradojal efecto de prestarle ropa al sector que con más tozudez se oponen a cualquier cambio en la ley. En ese sentido, el apoyo masivo real de las agrupaciones LGBT es un chiste; si ya es cuestionable que el movimiento estudiantil o el sindicalismo, tal como existen, pongan en riesgo serio la gobernabilidad del país, la capacidad de movilización de =Iguales y el Movilh con suerte se reduce a tres hitos del año con un carácter meramente festivo. Es, en definitiva, absurdo que, mientras un grupo amplio -a la vez que heterogéneo- de actores sociales empuja para un lado, el movimiento por la diversidad sexual tome el camino contrario. Pensar que el AVP es una primera piedra en el camino hacia el matrimonio igualitario es como seguir creyendo que el arancel diferenciado es un primer paso hacia la gratuidad.

Que lo anterior tiene que ver con una forma de entender la política en estas agrupaciones debiera saltar a la vista. De lo que se trata es de la pureza: no contaminar las dos o tres demandas y menos aún -¡horror de horrores!- darle una proyección social mayor. Si el argumento -uno de los favoritos de la derecha y de la izquierda machista- de que estos no son temas prioritarios para el país tiene algún eco, ello se debe a que no ha habido inteligencia política en vincular la opresión genérico-sexual a un conjunto mayor. Significa un riesgo para las actuales cúpulas LGBT, que se pelean una parcela mísera de poder como los mejores escalonistas o girardistas, sin preocupación por lo que se agita en la calle y más allá de ella. Entraña la posibilidad de perder la capacidad de hablar por, de administrar la palabra de un conjunto fantasma de personas. En Chile, nadie cede poder así sin más.

Y, dentro del tráfago celebratorio, queda en el fondo del cajón una demanda legal que sí es urgente y que sí requiere de una movilización social de masas: la Ley de Identidad de Género (LIG). A pesar de que la historia reciente ha mostrado que tras cada conquista legal viene un repliegue fuerte (y bien feo) para las agrupaciones LGBT, se ha apostado por esta bolsa de challa en vez de apuntar a un instrumento legal que sí le otorgue una dignidad mínimamente aceptable a las personas trans. Si el AVP sigue su curso, ello puede significar que se postponga la discusión sobre matrimonio por cuatro años más, y quién sabe cuánto le quede a la LIG. De ahí que sea una responsabilidad de nosotrxs, lxs feministas, el empujar una agenda política con algo más de sensatez y criterio de las necesidades reales de lxs oprimidxs. Ello requiere de un trabajo fuerte, sostenido y cuesta arriba, pero que es hoy más auspicioso que antes, no obstante los tumbos y desaciertos cupulares. No importa que Rolandito se pierda, una vez más, en el espejismo del Congreso dadivoso y progre, siempre y cuando mantengamos el trabajo de articulación y construcción política, ese que no se reduce al acarreo de militantes, sino a la creación de sentido común, de solidaridad, de tejido organizativo autónomo, de capacidad de reflexión, de solidaridad multisectorial. Que los Larraínes se vayan a casar o a avepear, lo mismo da: ellos no son imprescindibles para la transformación profunda y radical que anhelamos y necesitamos.

Thursday, 2 January 2014

A propósito de "Hey, hey, hey".

Pocas otras cosas debería provocar el video del último single de Los Tres que no fuesen desconcierto, rabia o indignación, aun de quienes han salido a defender el clip. Nuevamente se reflota el argumento de que quienes criticamos no seríamos otra cosa que "feministas amargadas", "histéricas", "gente sin sentido del humor"; el machismo que se blinda tras la cortina del sarcasmo, acusándola a una de poco vuelo o de seriedad excesiva. 

No me interesa ahora el contenido. El video está a la vista, lo mismo que los comentarios profusos. Me surge, en realidad, sólo una pregunta. Si tanta repulsión nos causa que se banalicen el femicidio y el erotismo lésbico (doble banalización de ambas, pues, si del primero se hace justificación y burla -con la letra y el 'baile' del cuerpo amortajado-, al segundo se lo utiliza como marco frívolo de la sátira noir, aniquilando a las protagonistas, a la vez que se lo representa como válido solamente merced a las actrices que, sumisas, cumplen los cánones dominantes de belleza), entonces, ¿cuál creemos que sería una representación legítima de la violencia machista? ¿Cabe, acaso, desmenuzar el video para dar con aquello que nos irrita al punto de la verborrea?

El desafío no es menor. De momento, no se me ocurre cómo resolver el entuerto, porque no bastaría con decir que una representación que se fugue de estos clichés será, por ello mismo, una representación feminista. Lejos de ello, la pregunta nos obliga a pensar en cómo la representación de la violencia nos afecta, aun más allá de la querencia ideológica. Como se desprenden de incontables ejemplos pop, no es la adscripción militante la que otorga, necesariamente, las herramientas de la liberación. Es, en parte, tarea de la crítica (y no me refiero con ello al trabajo pseudo-profesional de un grupete intelectualizado, sino a la tarea crítica, esa que le es propia a cada cual que se confronta desnaturalizadamente con las cosas, incluso si esa confrontación recurre al tan vilipendiado sentido común) el desempacar esos sentidos emancipatorios. Pensar-hacer una imagen de las manifestaciones múltiples del patriarcado heterosexual que nos comprometa con su eliminación me resulta una tarea tan difícil como necesaria. De seguro que su elaboración ha ya empezado, no me cabe duda, pero videos como "Hey, hey, hey" refuerzan las urgencias y las angustias.

Sunday, 29 December 2013

(De Diana Bellessi)

Húmeda y fresca la noche.
Un suave viento del este
trae y disipa bancos de niebla.
Sueño que veo tu rostro
frente a las lámparas.
Me sonríe tras el leve maquillaje,
mientras tu mano reposa en mi mano.
Amiga mía,
millones de años a través de los cuales el Universo
asciende y declina,
y vos allí,
en tu vestido transparente de seda
viendo caer
las flores de ciruelo sobre la hierba.

Friday, 27 December 2013

(De Shierry Weber Nicholsen)

"As part of the dialectic of language, gesture lies not only between muteness and music but also between language and the muteness of matter".
[Como parte de la dialéctica del lenguaje, el gesto yace no sólo entre el mutismo y la música, sino también entre el lenguaje y el mutismo de la materia].
Estas fechas tienen todos los signos de la catástrofe social. Los planes se desarman, o bien, constato que nunca he tenido capacidad de armar planes para las "fiestas". Exacerbo la angustia de quedar a la deriva, sin el asidero de una invitación que pudiese aceptar sin dudas; todo lo contrario, es la época privilegiada de los 'second thoughts'. Todo me parece fuera de lugar, o será que yo me encuentro fuera de lugar, sin posibilidad alguna de pasarlo bien o despreocupado. Con o sin anticipación, un acontecimiento surge y cierra las chances del descontrol que, de otra forma, quisiera disfrutar. No, no hay goce. Tal vez valga la pena recluirse.

Tuesday, 17 December 2013

Incitación

Leyendo un libro sobre la estética de Adorno, me topo con pasajes de Benjamin. Irresistible ir al original y ensayar una traducción. 

Ich kannte in der Wohnung schon alle Verstecke und kam in sie wie in ein Haus zurück, in dem man sicher ist, alles beim alten zu finden. Mir schlug das Herz. Ich hielt den Atem an. Hier war ich in die Stoffwelt eingeschlossen. Sie ward mir ungeheuer deutlich, kam mir sprachlos nah

En el departamento conocía ya todos los escondites y regresaba a ellos como a una casa en la cual se está seguro de encontrar todo donde antes. Me latía el corazón. Retenía el aliento. Aquí estaba encerrado en el mundo de la materia. Se me volvía inmensamente tangible, me llevaba cerca del estupor.
De a poco voy escuchando las sonatas completas de Beethoven. Me trajeron las grabaciones de Arrau (12 CDs) y no llevo ni siquiera tres escuchados de principio a fin. Mismo ahora, la "Patética". Los trinos, el rubato, la forma en que los acordes se desarman para, con precisión y presteza, volverse a armar. En un documental leí de Arrau que tenía garras. Se hundía en el piano. Pero, cierto, eso también es una forma de darle vida a Beethoven mismo, de presentificar lo que la partitura sólo sugiere -no obstante los rigorismos normativos que, de seguro, están-. 

Tengo veinticinco y aún no me he acercado sino a un segmento de obras cuya vastedad me ciega. Y no es sólo Beethoven, no es sólo eso que se da en llamar "cultura occidental", porque la inmersión que mi trayectoria académica ha significado me vuelve consciente de lo mucho que ignoro todavía sobre Latinoamérica. Lo angustiante, quizás, sea que en el terreno de lxs intérpretes -en el amplísimo sentido de la palabra- hay una tozudez histórica en penetrar hasta lo más hondo, en insistir de forma disciplinada en la construcción de lo imposible que implica el armar tradiciones. Y yo ni cerca de la t.

Tuesday, 10 December 2013

Tesis

Ayer entregué la tesis. No sé cuánto se demoren en evaluarla, tampoco me importa mucho. Una parte de mi paso por la Facultad comienza a terminarse, sin que tenga claro en estos momento cómo se jugará la aparente continuidad mía en ese espacio. Ya las formas de habitar se vuelven raras, los rostros, también, se difuminan y dan paso a nuevos nombres. Yo mismo parezco más un refugiado que un mero estudiante, arrimado a un escritorio en la parte sur-oriente de un segundo piso que hace las veces de tercero. Quería copiar aquí los agradecimientos de la tesis, pero me da algo de pudor ponerlos a disposición ahora. 

Tal vez sea un buen momento para retomar otra escritura.

Wednesday, 6 November 2013

Neoliberalismo cola

No es sorpresa que al movimiento LGBT no le gusta hablar de clase. Es casi evidente que así sea, si, cuando lo pensamos con algo de detención, cualquier comentario sobre la clase significa un disparo en el pie para las organizaciones hoy hegemónicas. Porque si la dirigencia del MOVILH se olvidó de militancia de izquierda en los ochenta, la de =Iguales nunca la tuvo. De ahí que parezca perfectamente normal que frente a la huelga de H&M y Starbucks haya un completo silencio. ¿A quién le va a importar una demanda salarial? ¿Qué tiene que ver eso con la lucha por el matrimonio o el acuerdo de vida en pareja? ¿Cómo va a ser discriminación sexual lo de H&M si ahí a nadie se le pide ser hetero para trabajar? 

Tampoco, es cierto, se ha portado tan bien la izquierda que suele hacer buenas migas con el mundo sindical. Las muestras de apoyo, usualmente profusas, han sido escasas. Una vez más, nada nuevo bajo el sol. El sindicalismo chileno tiene muchas cosas que mostrar en su larga historia, y la homofobia es una de ellas. Algo relacionado pasa con la escena agitacionista que salta, eufórica, frente a la primera huelga que pilla: como la demanda es poco ambiciosa, ni siquiera se han dado la molestia de aparecer o hacer los tradicionales saludos-slogan.

Doblemente abandonada, esta movilización necesita de un apoyo tanto o más urgente que las múltiples luchas que hoy arriesgan la existencia de cientos de miles de compañeres a lo largo del país. Y si es que hablamos del feminismo, la disidencia sexual (o lo LGBT, lo mismo da) y de la clase, me parece indignante que hagamos como si aquí no estuviera pasando nada. He insistido ya varias veces sobre el punto que con más agudeza emerge en casos como este: la conciencia de clase no aparece sola, y es justamente en jóvenes no-heterosexuales del mundo popular donde más se la echa en falta. Que ello sea así no es una coincidencia, porque la propia subjetividad se ha construido sobre la base de la huida de un mundo hostil, violento y profundamente patriarcal. Si a ello agregamos que gran parte del "ejército de reserva" que hoy trabaja en los sectores precarios del lumpencapitalismo local -retail, call centers y comida rápida- tiene una experiencia-identidad no-heterosexual, la cosa se complica aún más. 

¿Cómo desatender la demanda por mejores condiciones de trabajo en sucursales de transnacionles con utilidades multimillonarias? ¿Cómo ignorar, a la vez, que esa demanda no es levantada por un sector cualquiera, sino por personas que debiésemos considerar compañeres de lucha, en la clase y en lo sexual? Sabemos que el neoliberalismo chileno es cruel, pero aquí esa crueldad parece agudizarse aún más, porque se ejerce una violencia sobre quienes hoy tienen menos capacidad de recurrir a la solidaridad que mantiene viva la lucha. De ahí que sea más urgente todavía el estar ahí, el difundir, el cooperar con insumos materiales e intelectuales en una pelea -qué duda cabe- que siempre es cuesta arriba.

Cierto, aquí no se trata de un paro en sectores productivos estratégicos, pero hay que reconocer que la pelea de Starbucks y H&M es, a su modo, una lección sencilla y cruda del núcleo del capitalismo: la plusvalía. Les compañeres reclaman trabajar lo mismo, pero ganar menos que otras filiales. No hay nada revolucionario, ni en el petitorio ni en la orgánica ni en los métodos de movilización. ¿Es argumento suficiente como para dejar a la deriva a les compañeres? Para nada. Por el contrario, si creemos en un proyecto realmente liberador, entonces hay que apoyar con aún más tenacidad. De lo que se trata no es de acarrear agua para el molino de las organizaciones, sino de iniciar, aunque sea precariamente, el camino hacia una politización mayor de quienes hoy viven bajo la doble negación de su experiencia como pueblo trabajador y como no-heterosexual. 

Sabemos que las organizaciones LGBT no se prestarán para un quiebre real de la opresión del pueblo; probablemente, tampoco estos sindicatos estén en la primera línea de las barricadas. No importa. No es motivo como para no señalar la urgencia y actuar consecuentemente. Decir que queremos el fin del neoliberalismo y hacernos los giles con esta huelga es repetir los mismos errores que siempre comete la izquierda. Decirse de izquierda y decirse feminista es, al final del día, decir que queremos y actuamos por una vida en la que la violencia de hoy ya no exista mañana. No es acarrear banderas o tener consignas combativas y sin miedo o andar mostrando las tetas o hacer acciones de arte que nadie entiende o pedir permiso para casarse. Es, en mi humilde opinión, pensar y trabajar por un mundo en el que les oprimides ya no lo seamos, y para lograr eso hay que hacer la pega sin mezquindades. Eso es la solidaridad, eso es el apoyo mutuo.

Monday, 4 November 2013

(De Kafka)

Toda mi vida he tenido una cierta sospecha en cuanto a mí mismo. Pero ocurría sólo de vez en cuando, en medio había largos intervalos que bastaban para olvidar. Eran, además, cosas insignificantes, que también se dan en otras personas y que en ellas no tienen mayor importancia, por ejemplo el asombro que produce el propio rostro reflejado en el espejo, o la nuca o incluso la figura entera, cuando de pronto uno pasa por la calle delante de un espejo. 

Saturday, 12 October 2013

En esta fecha recurrente y dolorosa de las cosas pendientes: seguimos colonizados, hemos asumido esa violencia nosotros mismos.

Sunday, 6 October 2013

Hay cosas que es mejor no haber visto, lo mismo que hay cosas que mejor no decir. Problema: irreversibilidad de la línea de tiempo. Es el desideratum de cambiar los acontecimientos lo que nos hace caer en cuenta de que existe la sucesión, aun si es que no entrevemos la relación causa/efecto (prescindir, mejor, de ella).

Saturday, 5 October 2013

Aprendizajes

No, eso que llaman "teoría" no me ha enseñado cosas. No puedo decir que haya en esas lecturas y experiencias algo cercano al consejo práctico, a la instrucción que guía de forma clara e indica los pasos a seguir para obtener algún resultado. Pero, quizás, hay algo que en las lecturas se ha filtrado, y viene de quien menos esperaría uno las sentencias aleccionadoras. En muchas partes de su obra, nunca de forma sistemática, Adorno despliega el desgarramiento dialéctico (¿o despliega dialécticamente el desgarro?) que constituye a todo sujeto que se sitúa en este presente convulso. Y enfatiza, a su modo, un hecho fundamental: nada reconcilia el individuo si es que la totalidad sigue fracturada. Una contradicción se desenvuelve sin piedad por la existencia particular, aun si es que esta no puede ser avasallada del todo; siempre será más potente la asunción de este quiebre irresoluble que el simulacro de la armonía.

Sunday, 29 September 2013

Otro intento de traducción

Und wenn ich hier versuche Dir schriftlich zu antworten, so wird es doch nur sehr unvollständig sein, weil auch im Schreiben die Furcht und ihre Folgen mich Dir gegenüber behindern und weil überhaupt die Größe des Stoffs über mein Gedächtnis und meinen Verstand weit hinausgeht.

Y si aquí intento responderte por escrito, entonces ello será sólo muy incompletamente, porque también en la escritura el temor y sus consecuencias me disminuyen frente a ti y porque en general la magnitud de la materia excede ampliamente mi memoria y mi entendimiento.

Franz Kafka

Sunday, 15 September 2013

(De Ángel Rama)

Extraña reversión, a lo largo de una década, de la opinión sobre los intelectuales chilenos. Quizás por percibirlos ahora en el exilio, sueltos, separados de su medio, sumergidos en otro distinto. Ahora me parece "flojos", bastante mal preparados intelectualmente, algo simples y cerradamente nacionalistas, con un horizonte acortado, frecuentemente reducidos a debates nimios como de patio de vecindad y muy a menudo dotados de falsa cordialidad, como de un sistema defensivo (ofensivo) basado en la simpatía, tras del cual está agazapado un oportunismo primario. La tragedia política ha acentuado alguna de estas "imposibilidades" que diría Borges, pero los ha endiosado haciéndoles perder la timidez: entre otros exiliados asombra el desinterés chileno por toda otra tragedia que no sea la suya y su evidente voluntad de no asociarse con otros pueblos en sus reclamaciones dramáticas que pudieran empañar su papel protagónico. Una suerte de arrogancia portaliana, sólo que transportada ahora a la izquierda.

Friday, 13 September 2013

Es realmente absurdo y cruel que en menos de una semana pasemos a una euforia de estas proporciones. ¿Hay acaso otra alternativa que no sea declararse en un estado de pasmo y desconcierto? Sólo el alcohol nos borra el impacto, parece.

Wednesday, 11 September 2013

40 años, antesala permanente

Al menos desde el miércoles pasado se ha desatado un caudal incontenible de palabras sobre estas cuatro décadas. Entre el 4 y el 11 de septiembre corren los siete días más extremos para la memoria del pueblo. No sé cómo hacer para evitar que esto sea 'una intervención más'. Tal vez sea necesario -para no ahogarse entre el mar de voces que se alza con el ímpetu de la rabia y la persistencia- recurrir a la experiencia personal, que para mí es, más bien, recurrir a su falta multiplicada. 

No tengo familiares detenidos desaparecidos o ejecutados o asesinados. Mi familia inmediata no conoció nada cercano a la militancia revolucionaria o la oposición a la dictadura; por el contrario, mi mamá y mi papá votaron por el Sí y por Büchi. De chico me contaban que el esposo de Gladys Marín estaba fondeado en Cuba o en Suecia y que nadie hablaba de lo que había pasado antes del 73. Votaron por Lavín y se quejaban por la persecución a Pinochet el 98. Nunca se han interesado por estar en un partido o en alguna agrupación que exceda las expectativas puesta en los padres.

¿Fueron ellos quienes me formaron en lo político? Escasamente. Al menos no de forma explícita, porque para ellos la política siempre fue más un problema que otra cosa. Los 'boches', la incomodidad de una toma o de un corte de calle. Mi memoria ha tenido que saltarse a la familia directa y buscar por otros cauces. Nadie me enseñó de la alegría de la UP, nadie me crío con la figura de Allende como la síntesis de la esperanza de un pueblo, nadie me cantó Quilapayún o Silvio ni menos tengo el recuerdo de que hubiera cortes de luz o lacrimógenas cerca de la casa durante septiembre. A ratos, no logro explicarme del todo cómo es que llegué a este punto en que -como todo universitario izquierdoso que se precie- me indigna cuanta cosa sale de las páginas del Mercurio y no aguanto ver la sarta de eufemismos que aguantan los noticieros. 

Pero hay algo aún menos explicable, y es que hoy mis viejos parecen compartir una experiencia similar. De seguro, no piensan en términos de militancia, clase o proyecto popular (tampoco sé hasta qué punto yo lo hago en serio, y no como pura fraseología; vivo en el miedo permanente a la pose revolucionaria). Sin embargo, no puedo dejar de impactarme y sentir que ha habido una victoria cuando los veo estremecerse por un repertorio tan conocido como el de Imágenes prohibidas; constatar que a ellos también se les parte el corazón con esos Teleanálisis de baja fidelidad, con el grito desesperado de quienes cayeron y con la bruta fuerza de los gorilas represores de la DINA. No, estos cuarenta años no han pasado en vano, y no termino de explicarme qué ha pasado para que lleguemos a un punto en el cual mi papá dice no comprarle nada a los diarios y que la educación debería ser gratuita para que los empresarios dejen de robar. 

Ha sido la lucha constante y lenta del pueblo por reconstruirse, por recuperar su dignidad, por volver a ser la que, en parte, es responsable de que hoy haya quienes estén dispuestos a replantear sus trayectorias enteras. Es a ese pueblo a quien le debo yo y le debemos todos en esta casa el poder apuntar a los represores y reclamar que se deshaga lo hecho. Sin la persistencia, sin la valentía, sin la entrega diaria y esperanzada del pueblo, que no ha cesado de hacer valer su derecho indiscutible de tomar la historia en sus manos, de no callar en el recuerdo, sin el espíritu de la lucha permanente, estaríamos con algún monigote de Pinochet todavía encima. Con toda probabilidad estaría yo abusando de los privilegios de clase que esta sociedad sigue considerando un derecho sacrosanto, poniéndole la pata encima a cuanta persona se me cruzase, como lo han hecho y siguen haciendo quienes conocí como 'compañeros de colegio'. 

Pero no, otra cosa ocurrió, algo quizás más problemático. Contra todo pronóstico, el pueblo no se rindió, no se humilló, pero fue acribillado y estuvo al borde de la desesperación. Persistió, persiste todavía. Ni la tortura ni el embeleso del consumo ni la justicia en la medida de lo posible ni el gobierno de excelencia han podido domesticar esa potencia furibunda y creadora, el torbellino que nos tiene colgados en una cordillera hostil. Han matado a Allende y tantxs más, pero quien ha muerto sólo sobrevivirá realmente si es que la lucha continúa. Se nos ha transmitido una tarea imposible, pero necesaria, la tarea de un pueblo capaz de soportar las peores violencias, pero que cada tanto muestra que no ha sido eliminado y que vuelve a ponerse de pie. Estamos siempre en el preludio, en el momento de la lucha anterior a toda definición. Venceremos. Vencerán.

Friday, 6 September 2013

Cantidades

Ocho años de 'escritura' ininterrumpida. Gracias a esa continuidad puedo caer en cuenta del carácter, muchas veces brusco e insospechado, de los cambios. ¿Valdría la pena recopilar todo lo que aquí se ha depositado? Hay momentos en que ya no reconozco las letras, en que los colores me avergüenzan, las respuestas son muy torpes y preferiría nunca haber arrojado tal o cual frase al negro que, de un largo tiempo a esta parte, aloja los textos. Se me demoran los cambios. No obstante las frecuencias irregulares, hago el esfuerzo de aparecerme acá al menos una vez al mes; dejar de hacerlo sería renunciar a mi propia vida, aun si es que nadie más lee este blog (de seguro, nadie le responde ni le pelea). Será triste el final.

Wednesday, 4 September 2013

A la Unidad Popular tampoco se le apagaron las luces.

Wednesday, 21 August 2013

(De Arguedas)

"A mi lado el Inca está, cuando llegamos a la mar alto. Atahualpa nu'está muerto, dices al Tinocucha, o al Teódulo, a cualquier que como a sonso, pero como vivio, garrapata del Capital, ti'ha mandado. El Inca a mi lado, más cuando en mi frente siento el bulla profondo del anchoveta. ¡Ahistá el Inca, a mi lado, tranquilo, como bulto, altazo, sen color! Hey ido a Cajamarca a ver donde dicen lo habían matado. Baños del Inca que dicen, ahí mey bañado. En todo valle Cajamarca cuerpoalma del Inca está, en el barranco cerro El Dorado tamién al mar resondra. El capital se va rendir, con el tempo, paisanito, pobrecito. ¡Anda, vete!". 

Tuesday, 20 August 2013

(De Elfriede Jelinek)

¿Qué empezar, entonces?  No tiene sentido empezar algo, porque usted ya ha terminado todo. Eso no tiene ningún sentido. No, tampoco puede escaparse de su aflicción, no hacia un columpio ni hacia la tierra-noche, la noche viene de por sí, por eso no puede usted hacer nada contra ello, por eso usted no puede hacer nada en absoluto. No tenemos nada en contra de que usted haga nada. Ya ha hecho todo lo que era posible, y los cadáveres de sus amados cubren el suelo, que ya no le pertenece, la casita, casi lista, será rematada, el departamento propio vendido, ya no está ahí para vivir dentro de él; baje ahora de su alta montura, ya no debe quedarse más arriba, es suficiente, bájese, de otro modo le hacemos piernas, y si usted tiene piernas, ya no necesita la gran montura. Entonces, puede usted caminar por sí solo, aunque no sepa bien hacia dónde. ¿No sabe hacia dónde? Pues camine derecho hacia el vientre de la tierra desde donde vino - eso puede tener usted a causa de nosotros. Eso puede tomar; si no encuentra oro o gas o petróleo. Ahí puede usted, entonces, entrar y sacarlo, además encuentra algo. Ahí no molesta a nadie. Ahí no molesta a los tesoros del suelo. Pero si ellos están más abajo, los tesoros, petróleo, gas, electricidad, luz, átomo, canales de flores, inodoros, entonces a usted ya no le pertenece la tierra bajo nuestro suelo, entonces ya no le pertene la suciedad bajo las uñas, entonces ya no le pertenece nada, nada más, nada más. Nada más en lo absoluto. Nada.

Monday, 19 August 2013

"Fuego en el fuego": ¿volver al realismo?

Hace un par de días terminé de leer "Fuego en el fuego" (de Felipe S. Vega-Leiva), texto de factura inusual por varios motivos. Pero antes de hacer las precisiones sobre qué hay de infrecuente en él, cabría hacer -al menos- una revelación. En la medida que existe una experiencia de 'espacios de militancia compartida' entre el autor y yo mismo, no puedo eludir una compulsión de complicidad; si creo tener algo que decir, no es desde la crítica desinteresada. (Aquí la escritura siempre es puntada con hilo). 

De seguro, lo que más me llama la atención de "Fuego en el fuego" es su formato. Siguiendo una cronología estricta, que se desenvuelve entre agosto de 2011 y septiembre de 2012, el relato adoptó la forma de un folletín (o novela por entregas, si quisiéramos usar la expresión más rigorista) que, a su modo, enmarca la atmósfera creada por el texto. Vale decir, las condiciones de aparición de "Fuego en el fuego", su desenvolvimiento literal, prefiguran las claves de lectura que parecen más apropiadas. Cada uno de los cinco capítulos toma por título una consigna de protesta. Frases sueltas que nos resultan habituales -me lo resultan, al menos- y que apelan a un substrato común de vivencias. Es, finalmente, una literatura que se hace desde la acción política. 

No me interesa abundar en los detalles mismos de la trama. Para estos efectos, podría bastar -pero esto es inflingirle un daño a parte del texto, y lo sé- con decir que se trata de una actualización de la Bildungsroman, en clave de mixtura. Lo que se mezcla aquí, con el ojo puesto en Pedro Paulo Silva Silva, es la formación de una conciencia estudiantil a la vez que sexual; el aparecer en escena de un sujeto que dibuja el tránsito entre lo apolítico y lo reivindicativo en su doble estatuto. Y es ya con este gesto que empiezan a borbotear las preguntas más inquietantes. 

¿Por qué recurrir, en un momento histórico-literario como el presente, a esta forma literaria, al parecer agotada ya a mediados del siglo XX? ¿Qué explica una opción como el realismo narrativo más sencillo (en el sentido del término que lo opone a 'afectado', 'recargado') si es que se encuentra disponible un repertorio tan amplio de experimentos escriturales de los cuales se podría armar un pastiche más 'ondero'? Lo cierto es que "Fuego en el fuego" hace sólo leves guiños a la soltura de la palabra, y mucho más en el sentido de la adjetivación lemebel-esca ("la curiosa mano adolescente y enyegüecida", "la tiranía masculina y milica") que en los quiebres narrativos o en la fragmentación del relato. 

Aquí, en la visible inactualidad de "Fuego en el fuego", se manifiesta la clave que creo ver en su formato. Si se rehúye del vanguardismo narrativo, ello bien puede responder a algo más que una cuestión de pericia escritural -que, por lo demás, no me encuentro en condiciones de juzgar-. ¿Arcaísmo? De seguro. El tono del texto no está de moda, sino todo lo contrario. Apela a materiales desgastados y busca construir, desde ahí, un relato que ofrezca la posibilidad de pensarse como parte de una historia entrecruzada y violenta. Trayecto que hemos dibujado, desde muy distintas posiciones, un número considerable de compañerxs. Camino difícil y aún inacabado, este proceso de formación de una colectividad mayor -cuyo nombre y destino siguen inciertos- no logra ser expresado del todo en las volteretas 'neo' y 'post' que han significado el salto a la fama (pero esto es algo debatible, si es que miramos con sólo un mínimo de criticismo la escuálida condición de nuestro campo literario) de una pandilla juvenil de disidentes con ganas de cámara al costo que sea. 

En efecto, "Fuego en el fuego" no podría ser lo que es si recurriera a esos códigos: literatura para lxs amigxs y lxs compañerxs, ese esfuerzo solidario por decirnos algo, por armarse un lugar en el mundo con los pedazos desgalgados del lenguaje post-dictatorial. Puede ser osado -pero alguien dijo una vez que en Latinoamérica la crítica tiene que ser un riesgo mortal-, pero me parece que, con toda su modestia, con su renuncia discreta a la ampulosidad verborreica y al farandulismo escandaloso, "Fuego en el fuego" resulta un aporte a la construcción de una cultura de la disidencia sexual. Llegará el momento de los balances, por ahora corresponde dar todos los tumbos (escriturales, musicales, visuales) que sean necesarios. Y si ello implica volver sobre las formas desahuciadas, habría que preguntarse quién ha firmado el certificado de defunción y si es que los beneficios que de ello se obtienen van asociados al no-poder-decir. Cierto: la literatura militante nunca debiera bastarse con la militancia -debe aspirar, en el núcleo de su militancia, a ser la mejor literatura que le cabe-, pero en este momento histórico la urgencia, creo, pasa por darle un inicio a esa escritura con los materiales que nos permitan volver a mirar y a leer. Apuesto, entonces, por la complicidad de lo que está pasado de moda, por la capacidad liberadora de este reciclaje solidario.

Saturday, 17 August 2013

Estar a destiempo. O no hallarse, que es lo mismo. Caer en cuenta de que no se está en el mismo sitio, de que el lugar en el que me encuentro me resulta distante por su misma inmediatez. Manifiesta la imposibilidad de llegar en el momento justo, ese venir siempre-demasiado-tarde (exceso subrayado, demora que amplifica la torpeza de lo infamiliar). Mi edad se me vuelve hostil, no puedo habitar sin hacer un esfuerzo notorio; en eso consiste el patetismo, esforzarse de más. 

Monday, 12 August 2013

(De Stella Díaz Varín)

            Si alguien se atreviera
A llegar hasta mi puerta
La certidumbre
Rompería en sollozos 
Y ya no vendría nadie
Nadie desde el pasado.

Monday, 5 August 2013

(De Kracauer)

"Como Orfeo, el historiador debe descender a las regiones inferiores para devolver los muertos a la vida. ¿Cuán lejos irán ellos detrás de sus encantamientos y evocaciones? Están perdidos para él cuando, emergiendo de nuevo a la luz del presente, el historiador gira por miedo a perderlos. Pero, ¿acaso no toma por primera vez posesión de ellos en este preciso momento: el momento en que parten para siempre, desapareciendo en una historia de su propia creación?". 

Saturday, 3 August 2013

(De Nadia Prado)

El rincón
desierto
del sonido
escribe
la mano
la carne 
la lección
de antes

Thursday, 1 August 2013

En este momento cualquier contacto con el cuerpo humano -aun con el mío propio- me significaría la destrucción.

Tuesday, 30 July 2013

Una grieta

Mucho todavía sin escurrir -por el contrario, casi todo sigue en una solidez ingrávida-, ¿estaré dando algún paso hacia el absurdo que pueda descolocarme o, al menos, sacarme un tanto de aquí? Logro apenas desandar un nombre manteniendo la huella, con la esperanza pudorosa de retener los más recuerdos que quepan en mis manos. Con miedo paso encima de otras espaldas, quizás aceleren la deglución del camino en migajas (o mi propia podredumbre se desate a destiempo). Con miedo sortear el acantilado que media entre yo y mi pantalla.

Monday, 22 July 2013

De Sor Juana

¿Qué dolor hay en la ausencia, sino una carencia de la vista de lo que se ama?

Tuesday, 16 July 2013

(de Soledad Fariña)

NADIE ESCRIBE MI CUERPO

           se lamentan las uñas

desperdigadas lloran manos
dedos de los pies tiernos como pétalos

Cantan los labios húmedos en boqueo
de peces



           mi ánima                  mi esencia


y vuelven las hilachas
a juntarse en recuerdos
por la boca entreabierta

Sunday, 14 July 2013

Abortodo

Estamos ya en el punto que bordea lo irracional, el absurdo de un presidente que se considera apto para asignar certificados de 'madurez' a una chica de 11 años (pero a sostener de la forma más enfática que una toma es incompatible con la democracia y que la detención por sospecha bien debiera volver a las calles). La cuestión de si la decisión de tener una guagua producto de violaciones reiteradas es o no legítima pierde todo sentido si es que atendemos a un cuadro mayor, que exceda -precisamente por tomarlas más en consideración, con todo el detallismo que la excepcionalidad demanda- las peculiaridades del caso de Belén, el cuerpo en disputa de una semana a esta parte. Resulta urgente escapar la polaridad que convenientemente se instala para justificar la prohibición de abortar: pro-vida v/s pro-elección. A nadie se le ha pasado por la cabeza llegar con una aspiradora o con un gancho de ropa en la mitad de la noche y amarrar a Belén en un quirófano con una bolsa en la cabeza para dejarla tirada en su pieza después de terminar el procedimiento (una inversión casi completa del abuso de su padrastro, pero sin la repetición constante). 

El derecho a un aborto libre, seguro y gratuito (llega a dar algo de risa la similtud con la consigna estudiantil, pero eso no debiera conducirnos a pensar que la solidaridad de las demandas será automática, pues, a pesar de su vínculo profundo, la dominación que se ejerce mediante el sistema educativo -en su precarización, en su rol como reproductor de la opresión- no determina la dominación hetero-patriarcal que la ilegalidad del aborto significa; antes bien, se entrecruzan a un punto tal que el proceso histórico de la violencia sobre los cuerpos de las mujeres reclama una reivindicación singular e ineludible, cuya vectorización por medio de las demandas estudiantiles releva la necesidad de construir frentes de lucha que integren las contradicciones de la totalidad social) es, hoy más que nunca, una disputa por el ejercicio de una forma de derechos que está en oposición a la lógica común de libertades negativas. Ya no basta con justificar una protección de la privacidad (el núcleo duro de la despenalización gringa del aborto en Roe v. Wade), sino afirmar un acto colectivo de soberanía sobre los cuerpos históricamente sometidos a la maternidad obligatoria. Que ello tiene hoy -como ha tenido antes, pero quizás, en este momento, con más pregnancia debido al carácter rapiñezco de nuestro lumpencapitalismo- un componente de clase resulta no tanto evidente como interpelador. Quienes nos declaramos 'en lucha' contamos hoy con pocas opciones frente a un acto de violencia de esta índole. Una solución como el mal llamado aborto terapéutico pretende sólo dejar conciencias a medio calmar y frenar el escándalo. Aceptarlo como 'lo que permiten las condiciones' es darle un portazo en la cara a lo que constituye un piso mínimo de vida digna. Es sacarle las púas a los silicios y dejarlos sólo un poco menos apretados, pero dejándoles un lustre suficiente como para que duren otro siglo.

Thursday, 4 July 2013

Respirar un ritmo

Miedo a flotar boca abajo, ahogarse en la extensión que descontrola, como todo lo que trago en el agua. Zambullido, inmerso, en una dirección menos cierta y sometido. Bajo el agua se escucha obstruída la voz, cual silueta que se desdibuja también en la superficie. 

Thursday, 27 June 2013

Enfriarse los pies de no poder escribir.

Sunday, 16 June 2013

al corazón penetro
imitando
el gemido del viento en la alta cumbre
(qué escucha mi ojo de agua)

ha quedado otro tiempo atrapado
en mi tiempo dice mi sobra
con su visión de pez

Soledad Fariña, pac pac pec pec

Saturday, 15 June 2013

"Cuando un chico de catorce o quince descubre que está más dado a la introspección y a la conciencia de sí mismo que otros chicos de su edad, fácilmente cae en el error de creer que eso se debe a que es más maduro que ellos. Esta fue ciertamente una equivocación en mi caso. Más bien, fue porque otros chicos no tenían tal necesidad de entenderse como yo la tenía: podían ser sus yos naturales, mientras que yo debía interpretar un papel, un hecho que habría de requerir comprensión y estudio considerables. Así que no fue mi madurez, sino mi sentido de malestar, mi incertidumbre, lo que me estaba forzando a ganar control sobre mi conciencia. Porque dicha conciencia era simplemente un peldaño hacia la aberración, y mi pensamiento presente no era nada sino incierta y descuidada conjetura".
Yukio Mishima.

Thursday, 13 June 2013

Gewalt

¿Cómo se hace para decir algo, para hablar de lo que sea, sabiendo de la represión de hoy, de la violencia desbocada -esa animalidad cruda e incomprensible-, del ultrajamiento de tantos espacios, cómo se escribe y conversa sin caer en la frivolidad, sin correr el riesgo de sonar superficial? Y si sabemos, como venimos sabiendo hace ya harto tiempo, que esta no es la excepción, ¿qué respuesta le encontramos a la rabia recurrente, a esa que no cómo irse porque el pisoteo no se termina? ¿No ha llegado a resultar superflua la indignación? ¿Estamos ya en ese punto en que la vulnerabilidad y la exposición permanentes son cosa que no soprende ni atemoriza ni nada por el estilo?

Retorno

En algún momento 'se recupera el ritmo', y los espacimientos (¿silencios?) empiezan a hacerse más infrecuentes. Aquí tengo un espacio para el monólogo, para jugar a que hablo en voz alta y nadie me está mirando. Pero aun en esas circunstancias permanece un pudor, un saber que siempre estaré yo viéndome a mí mismo hablando como si estuviera solo, y entonces pienso en callar. De otra forma la escritura, entonces, en otro tono todavía más menor, todavía más sigiloso, todavía más camuflado.

Monday, 27 May 2013

¿Es acaso sólo digna de ser vivida aquella vida en la que se es echado de menos?

Sunday, 26 May 2013

Moverse

Maletas armadas, pero nunca está todo listo. La revisión más meticulosa no podría evitar que algo se quede a un lado u otro de la frontera. El tiempo de salida se prolonga hasta el infinito mientras no se realice el embarque, y el retorno posible flota como espejismo mientras se está fuera (está ahí, pero sólo por un asunto de perspectiva). 

Monday, 20 May 2013

Lecturas, por aquí y por allá

Más leo "para la tesis", y más se me sugieren las derivas. ¿Cuánto de las especulaciones al margen cabe en una nota al pie, aun en la más meticulosa? Por ejemplo, McLuhan y los medios. Lúcido y a la vez demasiado entusiasta. Había que pelear con McLuhan, hay que pelear con él todavía, pero no contra él. Esa operación descartaría todas las afirmaciones extravagantes, y con eso estaríamos obligados a perder lo que McLuhan no se dio cuenta que estaba diciendo. Al mismo tiempo, otra pregunta: ¿cómo lo hace la escritura para escrutar en lo contemporáneo, en lo que aún no cristaliza, en aquello cuya comprensión siempre resulta inacabada, por encontrarse en sí incabado su propio proceso? No sé si escribir sea entonces un microscopio, un lente que nos permite ver con más nitidez lo que al ojo desnudo se le escapa; si será tal vez el reflejo flotante en el agua que abriría la puerta a la adivinación, ese mirar en el espacio donde ningún instrumento focaliza, pues sobre la imagen acontece el colapso de toda temporalidad. O quizás al escribir se produzca una observación cuya similitud con la vista cotidiana sea tal que no haya otra reacción que el pavor: la escritura nos ha capturado.

Saturday, 18 May 2013

Diluvianos

Este el momento en que todos nos encontramos en el mismo centro de la tormenta. Con la descarga lluviosa se dibuja el perfil de las nubes que, nocturnas, aparecen confundidas en una misma masa indiferenciada. Cada relámpago produce un contraluz, desarma la unidad confusa, amenaza con el ruido al instituir la identidad fugaz de la nube. Y sin embargo, parecemos ignorar que toda esta rabia no es sino el resultado de la disolución abrupta de un agua precipitándose en cortinas impenetrables, mezclando todas sus configuraciones físicas hasta el agotamiento final. Una tormenta desatada en la que el agua se ve forzada a manifestar su multiplicidad, a encarnarse tortuosamente en todas sus formas.

Saturday, 11 May 2013

Tener el cuerpo cortado, o no hallarse en el propio cuerpo. No por la 'desadecuación ontológica' entre soma y psyche, sino por las limitaciones del cuerpo en estado de enfermedad. Es un tipo de desbarajuste que está completamente alejado de la cadena semántica del enfermo-abyecto, o enfermo-excluído. Cuando se tiene así el cuerpo, nada más lejano que Foucault o la cháchara del poder clínico.

Wednesday, 1 May 2013

Si la reconstrucción de algo asi como el tejido social es una tarea todavía pendiente, ello se debe a la constatación insoslayable de que no contamos con forma alguna de hacer frente a la deshumanización brutal que constituye nuestra vida cotidiana. Abdicar la solidaridad inmediata, el lazo concreto, perpetúa y agrava esa deshumanización.

Tuesday, 23 April 2013

Materias

Escribir la materia: he ahí el desafío de toda una vida. Precisamente poner a la materia en la máxima transitividad posible respecto de la escritura, escamotearle las mediaciones del "escribir sobre" o "escribir con", pues contactar a una con la otra es ya formular de otro modo la imposibilidad de un contacto directo. Quien a esa tarea se arroja asume un cierto sometimiento, la pasividad gozosa del responder a la ley del material, a la maleabilidad limitada del medio o superficie. Se trata de la confrontación constante con aquel soporte escurridizo, testarudo, obsecuente, substraído de la aquiescencia de un bloque desmontable. Y sin embargo, no toda materia habla de forma elocuente, no siempre dicta los pasos a seguir; antes bien, puede ser una lengua de susurros la que más claramente guíe los trazos, y no habría cómo adivinar quién habla por/con quién. 

Tuesday, 16 April 2013

Narcissus

Yo logro entender, creo que tiene todo el sentido, que es, por decir lo menos, 'feo' darle connotación moralista a las acciones políticas. Lo logro entender, y las más de las veces lo comparto. Pero hay momentos en que no puedo sino pensar que es perniciosa la cantidad de autocomplacencia que está dando vueltas. Perniciosa porque no le entran balas, porque no se deja poner en cuestión, porque no se pone a sí misma en cuestión. Porque toda crítica se retruca con algún comentario irónico, acompañado de la mueca de rigor. 'Soy más astutx que tú', ese es el dictum. Me da entre rabia y asco ese elitismo de los márgenes, de lo subversivo, de lo crítico, de lo antisistémico, de lo provocador, de lo combativo.

No tendremos muchas más alternativas por el momento que seguir, de alguna forma, y esquivar la autocomplacencia, como mejor se pueda.

Monday, 15 April 2013

Muerdo esta manzana con toda la alevosía que me cabe, sólo por la esperanza que las palabras se me pongan más ácidas.

Plural mayestático

Nuestro problema es decir constantemente nosotros y no admitir que eso es una pura extensión del yo, una colectividad tramposa porque sólo piensa lo similar en su pureza. 

Thursday, 11 April 2013

Que sigamos en las calles todavía es el mayor desafío a nuestra responsabilidad.

Tuesday, 9 April 2013

Cita

"El lápiz sobre el papel (antes de tocarlo, tocándolo), la tecla que agita las aguas de la pantalla, la punta seca, el ácido, remueven lo que ya está allí y se resiste, resiste en la propia mano y en la materia, pero insiste en existir, como un algo orgánico que busca forma".
- GSC.

Saturday, 30 March 2013

Notas para una discusión de clase, feminismo y disidencia sexual

Debo comenzar con una digresión (pero difícilmente puede juzgarse como tal una digresión que se instala antes de haber fijado una ruta). En las breves pero lúcidas páginas iniciales de La formación de la clase obrera inglesa EP Thompson es enfático en señalar las relaciones entre experiencia y conciencia de clase. Lección más importante: no podemos desligar las 'relaciones objetivas socialmente determinadas' de las vías en que esas relaciones se procesas, de las formas en que 'lo dado' deja de ser tal y comienza a ser parte del mundo significativo. Todo esto viene a señalar una premisa que Thompson no descubrió, pero que sí ayudó a reinstalar en el seno de la discplina historiográfica y del marxismo: la clase sólo existe en la medida que se construye a sí misma de forma relacional respecto de la formación de otras clases. (Que esto ya se encontraba en las anotaciones de Marx en El 18 de Brumario... puede argumentarse más o menos convincentemente, y no estoy ahora en disposición de tomar al respecto partido; más me interesa subrayar la claridad con la que Thompson nos recuerda un punto asaz obvio, pero como toda obviedad tiene el talento de ocultarse si es que no se la considera lo suficiente). Partir, entonces, de la clase, no como un dato, sino como una pregunta cuyo esclarecimiento es ya parte de su propio proceso histórico. 

Comienzo. Recientemente (casi ayer) apareció un artículo de Joaquín Romero, compañero de La Alzada, sobre disidencia sexual y acción política. Dispensando del examen de las apreciaciones más ostensiblemente dirigidas al campo libertario, me interesa esbozar un argumento que espero contribuya al debate. La intuición que querría desempacar es la siguiente: la afirmación de que es necesaria la inserción política de la disidencia sexual dentro del horizonte de la superación de la sociedad de clases (sostener, por ende, que es menester un vínculo entre la construcción de poder popular –un término que empaqueta dimensiones que ameritan su propia discusión y la transformación de la sexualidad) nos otorga sólo una parte de la ecuación, y puede que ni siquiera la parte cuyo esclarecimiento sea el que más necesitamos, sin perjuicio de los aciertos que esta afirmación pueda tener (y que, de hecho, tiene).

Pero hay una incompletitud en la intuición anterior. ¿Cuál es/son/sería-n esa/s otra/s parte/s de la ecuacióin que no estamos viendo? Taquigráficamente: la formación de conciencia de clase. Que este es un problema cuya entidad y consecuencias exceden los límites de la política sexual me parece fuera de discusión, y me quedaré en apuntar una o dos cosas más acá de esos límites. Me temo que aun hoy sólo tenemos un conocimiento de la construcción de conciencia clasista que replica el mismo estado actual de despliegue de la clase trabajadora: vocabularios inciertos, dispersión, intereses contrapuestos y articulación fragmentada, discontinua. Dolora constatación en que los contornos de la cosa parecen calcarse en aquellos del conocimiento de la cosa. 

Si hemos de apostar por la inserción de la disidencia sexual en las luchas de campo popular por liberarse, con todo lo complejo que esto es, no podemos escamotear una cuestión de orden estratégico: la inserción factual o eventual que les disidentes sexuales tenemos en aquellos sitios, instituciones, acontecimientos e instancias organizativas en las que nuestra experiencia múltiple del mundo se procesa. Y creo que aquí el panorama es menos alentador de lo que el artículo de Joaquín Romero parece querer sugerir. Porque si concedemos que es en la educación formal en donde hoy más fuerte se produce algo así como la conciencia de clase, entonces existe un segmento importante de les nuestres que están de facto fuera de esos circuitos. Les trans no han sido invitades al baile, y esa es sólo una muestra –limitada pero acuciante de las complicaciones. Un segundo escollo es el hecho de que, aun quienes participan de las instancias de despliegue y construcción de conciencia clasista, lo hacen en su mayoría de forma solapada, con desconfianza o desinterés. 

Lo cierto es que la violencia simbólica y física –tan presente en la propia clase trabajadora como producto y testimonio de sus sistemática dominación la que, a mi juicio, produce una recusación de la adscripción clasista. El goce de la propia sexualidad aparece contrapuesto a ese mundo (que desde una perspectiva revolucionaria aparece como condición de posibilidad de un proyecto emancipatorio general), dislocado de él y ubicado en el consumo, la música pop, la frivolidad y la socialización endogámica/ghettoizada o bien dispuesta a ocultar la ostensibilidad del deseo. Aquí se signa, también, la tragedia tan propia de un segmento  generacional que es el que hoy nos encontramos esparcidos por la lucha estudiantil, aquella del asumir como propia y cercana a una fracción de la industria cultural primermundista como estrategia de refugio, de búsqueda de un sitio desde donde habitar una cierta melancolía que –indirecta y refractada remitía y remite al despojo que expresaron en su momento bandas como New Order, The Smiths, Pulp o Radiohead, sólo por dar algunas pistas y no hacer una lista tan injusta como incompleta. Que hoy esta tragedia y esta dislocación tenga sus coordenadas en otras latitudes (a veces, más acá hacia el sur) es más un cambio de accidente que de substancia, pues el desgarro sigue siendo, en general, el mismo: el no hallarse –cuando mucho, no hallarse del todo en el conjunto de experiencias que conforman el proceso de constitución misma de la clase trabajadora, mundo popular o como quiera llamársele.

En definitiva, no es tan fácil ni tan clara la inserción que se busca y se necesita. Sin una visión de cómo construir (e intervenir en) los mecanismos de formación de conciencia de clases, nos quedaremos con las manos vacías. Tal y como están las cosas, quienes nos hemos unido a la lucha en una perspectiva que el mundo libertario (¡o aun la izquierda!) pueda considerar afín no dejaremos de ser algunes, meras individualidad sólo casualmente aglutinadas. Aquí el análisis político se revela a sí mismo en una operación cuya etimología se metaforiza, pues implica reconstruir lo actual restituyéndole la dispersión que lo compone,  para efectuar recién en ese instante la alquimia de las preguntas (y las respuestas).

Friday, 29 March 2013

29.03

¿Coincidencia en las pasiones? Hoy se alinean los asesinatos de los hermanos Vergara Toledo y de Nattino, Guerrero y Parada. Acaso se dramatiza más en este fin de semana 'santo', porque son el cuerpo místico que a muchos nos da la unión más allá de la cercanía terrenal; son el cuerpo que se levantará infinitamente tras esa primera caída (porque ya esa caída fue un levantamiento).

Sunday, 17 March 2013

De 'Adiós a mamá'.

"¿Por qué tienes que mirar a la gente de esa manera como si ellos tuvieran la culpa de algo? Trata de confundirte entre ellos, de hablar y moverte como ellos, de olvidar y ser ellos, y si no puedes, óyeme, disfruta de tu soledad, la nostalgia también puede ser una especie de consuelo, un dolor dulce, una forma de ver las cosas y hasta de disfrutarlas".

"Oye: la nostalgia también puede ser una especia de consuelo, un dolor dulce, una forma de ver las cosas y hasta disfrutarlas. Nuestro triunfo está en resistir. Nuestra venganza está en sobrevivirnos"

- Reinaldo Arenas

Sunday, 10 March 2013

De Kafka

Ich schreibe anders als ich rede, ich rede anders als ich denke, ich denke anders als ich denken soll und so geht es weiter bis ins tiefste Dunkel

"Escribo distinto de como hablo, hablo distinto de como pienso, pienso distinto de como debo pensar y así continúa hasta la más profunda obscuridad".

Thursday, 7 March 2013

Palabra aprendida hoy: inmarcesible.

Tuesday, 5 March 2013

Muerte de Chávez

Chávez, al igual que Castro (guardando, aun cuando sea imposible, las diferencias) confronta a las muchas izquierdas con el problema más difícil: llegado el momento, la política no es otra cosa que ensuciarse, y no hay revolución que pueda intentar triunfar -que a veces, en Latinoamérica, no es otra cosa que sobrevivir- sin mancharse las manos.

Sunday, 3 March 2013

Quien muere en tortura (in memoriam Daniel Zamudio et al.)

(Parece oportunista sumarse a los textos que se han publicado desde ayer, pero hay una diferencia entre los imperativos éticos y el oportunismo. Callar, a veces, es la peor forma de volver a perpetrar el crimen, aun si se siente que la palabra no ha dado en el blanco)

Quien muere en tortura no muere para siempre. O, lo que es casi lo mismo, no termina nunca de morir. La tortura juega a una partida perversa: hacer parecer que la muerte no llegará nunca toda vez que prolonga para siempre el instante del dolor. Simultáneamente, quien muere en tortura no muere mientras la tortura siga existiendo. "No hay en el mundo un pobre tipo linchado, un pobre hombre torturado, en quien no sea yo asesinado y humillado". 

Si algo me llama la atención de las reflexiones sobre la muerte de Daniel Zamudio es la lucidez que portan. No sólo porque hagan una crítica a la Ley Anti-discriminación y sus carencias (que saltan a la vista y que parecen tan burdas que se siente uno por un momento tentado de no tener que glosarlas, sólo para constatar un segundo después que a ninguno de los políticos lagrimeros que la promulgó le parece en lo absoluto relevante o justificado el pensar dos veces antes de redactar una ley que significa un paso para adelante y dos para atrás), sino porque destacan que el dolor que sentimos como lesbianas, trans, colas y no-heterosexuales en general es un dolor -y una rabia- que excede con mucho la figura de Zamudio. El legado de esta muerte en tortura es precisamente que nadie ha dejado de morir y nadie ha dejado de dolerse por el hecho de que un pedazo de papel haya sido mediáticamente bautizado con un nombre que portaba ya una historia infame. Contra todo optimismo, seguimos cargando con muertes ininteligibles.

Acaso lo más triste sea constatar que, para algunos, es todavía necesario fundar la comunidad sobre la sangre derramada. Los cadáveres sirven para recordar, pero el recuerdo de unos escribe la memoria borrando con el codo la muertes de otres. Me da miedo pensar que vaya a ocurrir algo que ya está pasando: los mártires buenos son blanquitos, lindos y gay. El resto, a morderse la lengua, a ubicarse, a no ser faltas de respeto. 

Pero no, la sangre ni lava ni cura la herida; tampoco evita que las cicatrices se borren. En este país aprendimos demasiado bien la lección del olvido. Y sin embargo, cuando menos lo esperemos, algo o alguien hablará por nosotres, alguien reclamará como exlcusivo el recuerdo de Zamudio, y entonces tendremos que replicar: "quien muere en tortura no muere para siempre". Habrá que negarse a la propiedad privada de los muertos, y no para colectivizar eso que es inexpropiable en la muerte de cada uno, sino para hacer común el dolor y la rabia que no porta nombre alguno; la impersonalidad de esta muerte contra toda justicia. La frase "todos somos Daniel Zamudio" sólo tendrá sentido si asumimos esta deuda y esta responsabilidad, si pensamos "todos podremos ser Daniel Zamudio", y, sobre todo, como ya se dice por ahí, si asumimos también la frase "todos matamos a Daniel Zamudio".

"QUIEN MUERE EN TORTURA
NO TIENE SINO DOS CAMINOS
1. insepulto estar en todas partes o
2. canjear su casa por una foto"
(Eugenio Dittborn)

Monday, 11 February 2013

"Una noticia de muerte" Walter Benjamin

Me gusta haber tenido cinco años. Una noche, mientras estaba en la cama, apareció mi padre. Vino a decirme buenas noches. Fue, quizás, medio en contra de su voluntad que me dio la noticia de la muerte de un primo. Había sido un hombre mayor, con el que estaba poco familiarizado. Mi padre cubrió la noticia con detalles. No comprendí todo de su relato. En lugar de eso, en esa noche me impresioné de mi habitación, como si hubiese sabido que algún día iba a tener que volver a estarlo. Había madurado hace tiempo cuando escuché que el primo había muerto de sífilis. Mi padre había entrado para no estar solo. Visitaba, sin embargo, mi cuarto, no a mí. Ambos estaban sin necesidad de un confidente.

Thursday, 31 January 2013

Yo realmente ignoro si es que alguien lee este blog, pero me gusta que persista sin mayores cambios. Puede que sea una de las poquísimas cosas con las que he sido constante -hasta majadero-. Algo hay de seductor en este detritus que son los posts acumulados en la arqueología del ciberespacio.

Monday, 7 January 2013

Sueños de la razón

Nuestro Facundo se escribe como la barbarie de los civilizados. Y no se mata a los hombres impunemente y las ideas se quedaron a medio camino en su pretendida inmortalidad. Hay ideas que ahora nos están haciendo el genocidio.

Friday, 4 January 2013

Mano-tinta

Resistir por medio de los aracaísmo, "la pasión por estarout". Parece que eso es el escribir a mano-tinta. Un gesto que reconoce, ya no es proceso de su obsolescencia, su devenir hacia lo superado, sino su inadecuación con la contemporaneidad como algoya acontecido. Resulta inevitable no verse atrapado, de manera refractada, en esta disonancia técnica. El 'deterioro', el 'estar-pasado-de-moda' de este mecanismo es también -o, hay que decirlo, es especialmente- la obsolescencia de la escritura que en la tinta se plasma. 

Si la escritura no es capaz (¿todavía?) de escapar a las tensiones constitutivas de todo sistema de inscripción y registro, queda por hacerse aún la pregunta por la manera particular en que se injerta la escritura manual en aquella polaridad del registro: la temporalidad inmediata de lo acontecido, que, por el hecho mismo de acontecer se transforma en pasado; y la apertura forzada por el registro, que arroja lo registrado hacia el futuro. Nada asegura continuidad alguna entre la cristaliazción de lo ocurrido -su 'fosilización'- y la dinamización -incierta- de lo que se transmite. ¿Cómo ha acogido la escritura-tinta esta tensión? ¿Es posible llegar a pensar que lo ha hecho con las mismas características desde que la escritura discurre por el planeta en sus más variados tintes y papeles?

Dentro de tal escenario, adscribir un carácter de suyo residual al escribir manualmente implicaría traicionar la historicidad inserta en el centro mismo de la tecnología escrituraria, ignorar la lucha de las temporalidades que fungen como condición a la vez que como efecto de ciertas formas de conciencia (histórica).

Monday, 24 December 2012

Desubicación

No importa cuanto se nueble truene llueva, jamás habremos de estar a tono con la parafernalia navideña. Todos los diluvios no lograrán borrar la sonrisa despectiva de los camiones de Coca-Cola. (Y lo triste es que hay mucho de qué reirse, y lo sabemos, y no hacemos como si acá los pinos nos sobraran para estas cosas, cuando en realidad es para otra cosa que sobran).
Verano tempestuoso e intempestivo.

Versos

El agua devuelve
lo que no le pertenece,

Alicia Genovese, Aguas

la brisa no es el viento sobre las cosas
es algo que mueve el vacío.

Nadia Prado, [J]

Wednesday, 19 December 2012

Tan injusto como pensar que esta lluvia es un castigo sería el pensar que nos merecemos esta lluvia.

Casi verano

Esta lluvia debería llevarnos a todos. No se trata de lavar pecados, de volver a un estado anterior a toda miseria. Si de algo nos podría servir el ahogarnos ahora sería precisamente el empezar en otro lado todas las tareas que tenemos pendientes. La desadecuación que presupone esta lluvia abre una ventana dubitativa; es la ambigüedad que conlleva la palabra "tiempo" en castellano, que oscila entre clima y cronología. Hoy nos ataca un tiempo raro, un "mal tiempo" atascado entre las temporadas. ¿Podría la lluvia presagiar un clivaje, un traspaso, una alquimia?

Sunday, 9 December 2012

Sobre 'De-mente'

No se trata, en propiedad, de una obra de teatro del tipo que suela gatillar la escritura. Si me preguntan por qué hablar de De-mente y no de otra pieza en el expansivo -y muchas veces excesivamente centrífugo- panorama teatral de Santiago, pues, no sabría muy bien cómo justificarme. De alguna manera, siento todavía la obligación de hacer frente a la demanda que pide las credenciales del material; esa forma de entender la crítica en el eje de la absolución y la condena. 

Una invitación sin más formalidad que la notifiación virtual me lleva al auditórium del Liceo Lastarria a ver la obra del Grupo de Teatro. No tengo muy claro qué esperar ni qué me ha llevado acá. Hay, cierto, un ejercicio de esa solidaridad que se traduce en 'apañamiento', prestarse ropa entre personas que se ha conocido en otros espacios para cosas que exceden las tareas que llevaron al compañerismo en un primer lugar. Dicho de otro modo: no estaría aquí si no es por los chicos de Las Putas Babilónicas. 

Leída con detención, De-mente es una obra que no tendría por qué llamar mi atención más allá de este hecho al parecer tangencial, como es el motivo que me pone en condición de espectador. Pero debiera ser esa misma detención la que resaltaría los elementos cruciales y constitutivos que hacen de esta una obra que puede tener un cierto valor personal. Bruscamente, salta a la vista la tremenda rigidez de los recursos expresivos de la puesta en escena, lo que no hace sino inscribir con mayor claridad a De-mente en el lugar que se espera: teatro escolar. 

La improvisación algo tosca y el desarrollo textual de alcance débil en lo que a estructura se refiere se enmarcan en las convenciones de un género que sobre-acentúa su permeabilidad a y diálogo con los sucesos más contemporáneos. La naturaleza de sketch de la pieza hunde a De-mente en lo más hondo de la contingencia, pues el humor que aparentemente moviliza la trama debe estar por necesidad ligado al chiste de fácil comprensión, al comentario ágil y preciso. 

Por cierto, este spirito giocoso depende sin lugar a dudas de los chicos de Las Putas. Tanto la acutessa humorística como la estereotipación de los personajes me provocan risas cómplices a la vez que sugestivas. En la escenificación burlesca acontece un amariconamiento rabioso y lúdico que no puede sino ser un acto de osadía en el contexto en que ocurre. Si ello ocurre gracias a  o no obstante el hecho de que se trata de un momento ficcional -y, por tanto, si es que requiere una eventual discusión sobre el carácter y alcance de la transgresión que implica- es algo que no logro todavía elucidar. 

En el momento mismo de la función me ocurre lo siguiente: situada dentro de la obra misma, la actuación de Las Putas me devuelve la imagen de una falta. No la falta de algo cuya posesión fue efectiva, sino la negatividad punzante de lo nunca-tenido. Su presencia ahí me sugiere (¿alegóricamente?) la experiencia de un adolescente que no existió, pero cuya existencia se me vuelve un deseo angustioso por la presencia desenfada que tengo en frente. Reflexionar con profundidad sobre tal o cual aspecto estético o político de De-mente amenaza esta intuición. Entonces, violento y todo, acaso sea mejor detener un pensamiento que pone en riesgo esta fragilidad, que dejar que se apisone una experiencia en nombre de la 'crítica'.

Friday, 30 November 2012

Tiempo para

Retomar la escritura -en general y en este espacio-. No deja de asediarme el sentimiento de culpa de no-hacerme-el-tiempo. Me encuentro constantemente en un estado de falla ética por no luchar contra esa reducción del tiempo que imponen los ritmos del trabajo. Más todavía por el hecho de que no estoy sometido a esos regímenes de trabajo que obstruyen casi toda posibilidad de escape, que han diseñado las rutas de emergencia de manera tal de llevar a cualquier lugar que no sea la puesta en pausa de los ritmos cotidianos de la vida. 
Parecido me ocurre con la lectura, pero nunca a tal grado. Siempre logro encontrar un trayecto en el cual tengo la oportunidad de arrancarle unas páginas a las responsabilidades burocráticas. Que no me pase lo mismo con la escritura me intranquiliza, y el hecho de que tal desasosiego no llegue, tampoco, al punto de quitarme el sueño no deja de ubicarme en una zona incómoda. Ni tan devoto como para forzarme a la auto-disciplina ni lo suficientemente afectado como para descolocarme. 
Quizás sea una auto-percepción de insuficiencia una de las claves dentro de todo esto.

Thursday, 1 November 2012

Tendremos que aprender a hacer otra cosa con nuestra crueldad.