Tuesday 24 July 2012

Una vez más, el feminismo

No fue necesario siquiera que estuviese promulgada la Ley anti-discriminación para que quedasen en evidencia sus limitaciones. Incluso quienes han seguido sosteniendo lo insostenible (que la vía legal es la única vía para hacer política sexual, que basta con catalizar la afinidad de la opinión pública para que los actores políticos institucionales de buena gana y rasgando vestiduras se sensibilicen favorablemente con las ideas de diversidad y tolerancia, sin importar cuáles sean las orientaciones políticas específicas de tales actores, &c &c) han tenido que reconocer que la ley no estaba bien diseñada, que los dos casos recientes de agresión a una chica lesbiana y a una trans no caben ni dentro de la legislación actual ni dentro de la prevista, que, un vez más, se puede ejercer impunemente la violencia sobre quienes, de una manera u otra, no calzan y no hacen parte de eso que se llama 'ser normal'. 

Lo más triste de todo es que varixs ya teníamos una noción de que esto iba a pasar; una certeza trágica de la indiferencia cruda de la violencia social frente a leyes aprobadas para la foto. No se trató nunca de un presentimiento, y eso da más rabia y más impotencia aún. Mientras tanto, veo lienzos negros y poleras naranjas. En una vereda otra -porque sería mucho decir 'opuesta', y probablemente sea este el calificativo que sus cultores más apreciarían-, la micropolítica de la interrupción, la autoproclamada puesta en crisis de las instituciones, la contaminación de los significados.

Ambas situaciones parecen manifestar una crisis de las políticas sexuales y feministas. Si la primera implica, especialmente, la ingenuidad política en las modalidades de interlocución institucional dentro del marco hegemónico actual -además de la exclusión de cuerpos que no se ajusten dentro de los parámetros del gay de clase alta, 'masculino', 'piola', 'no loca'-, la segunda da a entender un enclaustramiento presentista en los mecanismos de la política paródica conceptualista, aquella que identifica a tal manera estética y política que termina por prescindir de las preguntas crudas de la organización y la articulación con actores que no tengan dentro de su repertorio la intervención performática como estrategia de movilización.

A fin de cuentas, no sé si es que exista alguna definición del feminismo contemporáneo que no haga referencia a la política encarnada, a la experiencia como momento ineludible de la reflexión y la acción. Cierto, no sabemos todo de esa experiencia, no sabemos todo de esos cuerpos, no sabemos todo de esos deseos, de los roces y goces que nos dan. Pero tengo la convicción, pequeña y quizás no lo suficientemente valiente, de aun cuando no lo sepamos todo, esa experiencia nos sigue llamando a mover la rabia y la solidaridad. Porque ni a mí ni a mucha más gente nos basta una ley farandulera o una colecta-performance cuyos fondos quién sabe dónde van a parar. 

Creo que tenemos otras utopías feministas, con abortos gratuitos y seguros y sin miedo y sin culpa; con familias que no andan matoneando ni diceiendo cuánto es aceptable antes de arder en el fuego celestial; con calles abiertas para mostrar las tetas o no mostrarlas; con política de frente, a la cara, sin componendas ni lamidas de culo al poder. Si abandonamos las dimensiones utópicas del feminismo, no tendremos cómo mantener la esperanza dentro de este país tan cruel. Lo que me da rabia es que tanto el servilismo gay como la micropolítica sexo-disidente me dejan sin ánimos ni ganas. Cada cuerpo golpeado, cada orgasmo angustioso, necesitan toda la esperanza que estas políticas no les pueden dar.

Saturday 21 July 2012

¿Europas?

Insospechado sabor periférico de Budapest. El que haya olores en la calle (al menos la presencia de ciertos olores) ya hace que me sienta más cerca del otro lado.

Monday 16 July 2012

Wien

Hay muchas formas de ostentación y de lujo. Al mismo tiempo, ostentación y lujo no siempre se traducen en términos de derroche y 'chabacanería'. Para nada. En Viena la opulencia busca presentarse de manera sobria, monumental, refinada como forma pura, como ejecución de la belleza en su expresión más clásica. Eso es lo que define a la opulencia aristocrática (parece, no lo sé del todo, y puede que estas distinciones son precisamente las que buscan producir estos objetos lujosos, para diferenciarse de otras ostentaciones), y Viena es casi la ciudad aristocrática por antonomasia. O una ciudad burguesa que no mató a su aristocracia, una ciudad burguesa que nunca quiso borrar las marcas aristocráticas, una ciudad de aristocracia convertida en burguesía y/o viceversa.

Saturday 7 July 2012

Viaje

Viena la próxima semana y siento que aquí ya ni escribo. Quizás pueda arreglar eso allá.

Monday 2 July 2012

Viena

Tengo un alojamiento condicional y temo un poco por estar haciéndome cargo de todo sin haber entrado en colapso alguno siendo que sólo falta una semana y algo para que me vaya. Temo un poco por la plata, no sé si me alcance del todo, pero algo inventaré a partir de los fondos que no tengo.