Friday 25 May 2012

Polémicas

Todo parece polémica en el movimiento LGBT. A pesar de que no estoy del todo de acuerdo con sus posturas, la crítica que Víctor Hugo Robles ("el Che de los gays") le hizo a un lote de dirigentes del Movilh me parece completamente subscribible y acertada. Se trata de poco más que una grupete que tiene ínfulas de gran política pero que ha evidenciado un desprecio tácito (en el mejor de los casos) por cualquier tipo de política democrática; una patota dispuesta a hacerle el juego a la derecha, máxime cuando Rolando Jiménez se jacta de no tener "sesgo ideológico para evaluar y valorar los avances" (marzo de 2012) y manifestar que este ha sido el mejor gobierno para la "diversidad sexual". 

¿Puede unx esperarse otra cosa? Cada día más el Movilh se derechiza y otras organizaciones se van corriendo al centro. Este realineamiento político no puede ser dejado pasar. Por eso celebro el comentario de Víctor Hugo, aunque tengo la impresión de que no basta con armar boche en Twitter. Hay que entrar a disputar espacios políticos. Demostrar que detrás del Movilh y de =Iguales se esconde una política que es precisamente la que no queremos, al menos un sector de quienes nos identificamos como colas, maricas, lelas, locas, fletxs, gay, trans o como fuere. 

No la queremos porque es la misma forma de hacer política que, en otras instancias y sin identificarnos necesariamente con estas etiquetas, también hemos criticado. La venimos criticando hace rato. Lxs estudiantes no estamos para estas cosas, y tengo la impresión que otras organizaciones tampoco. No queremos una política cupular. Que la Concertación no se dé totalmente cuenta (o que no extraiga todas las consecuencias que se derivan de asumir este diagnóstico) puede ser, pero que el Movilh y los =Iguales ni siquiera acusen recibo de las sucesivas movilizaciones que el pueblo más o menos organizado ha venido desplegando en los más variados frentes, eso no hay por qué perdonarlo. No queremos una política compensatoria ni conciliadora, para eso estuvieron los noventas, y se supone que los noventas ya se acabaron. No queremos una política de acuerdos chicos, de tirarse flores a unx mismx. No queremos andar pidiendo permiso ni queremos sobarle la espalda a quienes se van a olvidar de nosotrxs apenas tengan el voto. 

Por esto es que no hay que dejarles pasar una. No sirve de mucho que las trans se puedan operar por Fonasa si es que Fonasa sigue siendo igual de malo para todxs. Sí, un logro, pero es el mismo logro que los trabajos precarios vis-à-vis la cesantía. Un chantaje moral y político que no tiene que ser aguantado sin más. Por eso es que hay que dejar de ser auto-referentes, hay que dejar de una vez por todas un modelo político que parece a todas luces ser un 'gremialismo de la diversidad sexual'. No. Y si es necesario pelear y polemizar, habrá que hacerlo. Presto el cuerpo y la letra para eso, pero no nos demos por pagadxs con hacer RT.

Wednesday 23 May 2012

Intelligentsia

¿Qué podremos sacar de nuestras ideas más precisas? Si a fin de cuentas, ese filo y esa agudeza nos dejan aún más desarmados que antes. Hoy sabemos bien cómo hacer este ejercicio de profundidad expuesta; ni toda la densidad de nuestras ideas nos salva, ni todo el enrevesamiento del pensar que practicamos es capaz de evitar, por un sólo segundo que sea, la vulnerabilidad en que vivimos.
El jueves 17 (la semana pasada) fui al concierto de Mogwai. Ahora sólo me falta ver a Sigur rós para haber saldado cuentas con el 'post-rock'. No tengo muy claro qué se desgina con esa etiqueta; me importa poco. Si hay cosas que unan a Mogwai y Sigur rós de seguro es el cromatismo que majan, su habilidad para moverse en los ruidos oscuros de piezas instrumentales (o de voces que son sólo parcialmente inteligibles, sea que estén sonora o lingüísticamente osbtruídas) elaboradas sobra la base de guitarra/bajo/batería/teclado. Sí, es retomar los recursos del rock en un plano que conmueve, quizás, por cosas que no tienen que ver con las cosas que el rock clásico logró en sus mejores momentos.
Algunos conceptos durante y después del concierto: estructura, extensión, duración, atmósfera, reverberación, eco, ruido de fondo, encandilamiento, prolongación, inmersión, envolvimiento, captura. Mogwai han sido capaces de producirme una cadena de asociaciones que me relevan la necesidad de esta (no me atrevo a decir toda) experiencia estética de ser continuamente interpretada para seguir siendo experimentada. En esta música se me está sugiriendo siempre la imposibilidad de la mera experiencia, de la aisthesis prescindiendo de instrumentos conceptuales; o, lo que es lo mismo, de lo mucho que una categoría depende, para su emergencia, de lo aparentemente inconceptuado.
Se trata/trató de un concierto en el que me sentía constantemente interpelado por la angustia de no retener recuerdos, de no poder formularme imágenes una vez hubiera pasado el tiempo (¿suficiente?). Mis esfuerzos hasta este momento han sido para enfrentar esa angustia. Escucho una y otra vez las últimas canciones, a ver si es que algo se repite o 'se toca' de nuevo.
Hay en Mogwai -y su concierto- una problemática que no me había planteado sino hasta ahora que los escuché/vi en vivo: los tránsitos (posibles, bruscos) entre lo atmosférico y lo material. Hacia el final del concierto, cuando estaban tocando "Two rights make one wrong" y "Mogwai fear Satan" me quedé pegado viendo las luces. Si antes habían parecido meros focos de color, resultó que me fijé y eran rayos tan bien definidos, tan precisos en su corte que el aire se separaba sin chistar, sin traicionar 'ilusión' alguna. Eran rayos-dedos que cegaban tocando brazos y ojos, túneles de color capaces de envolver la mirada en la acentuación de la música. 'Materialidad lumínica' de potencias desconocidas, la luz se enfocaba sobre mí, y creí ser el único a quien ese envolvimiento estaba destinado. Y entonces, en la larga secuencia de "Mogwai fear Satan", tras la luz tenue y rojiza en el diminuendo de la intensidad sonora, un estallido de guitarras que ya no podía medirse como mera frecuencia o tonalidad, sino que se transformaba, súbito, en la estridencia capaz de sacudir el cuerpo.
Dos formas de zambullirse, de pasar de un ambiente visual y auditivo a la presencia a la vez concreta e inasible (pero no por eso menos 'material'/'matérica') de luz y sonido. Merced a ese zambullirse es que me queda la noción de estar todavía afectado por el shock, por vivir aún preso de la Nachträglichkeit que parece caracterizar la obra de Mogwai, sintiendo también el pensamiento-retardado a modo de afecto-retardado; el impacto anímico sólo ahora lo estoy sintiendo. Así funciona esta música: en ondas, en sucesiones, nunca revelando el momento exacto en que termina, encandilando y ensordeciendo para a dar a ver y oir algo más que espera de sorpresa.

Tuesday 15 May 2012

Naqba/Nakba

¿Cuáles son los límites de la solidaridad? ¿Hasta punto es posible o legítimo reconocerse en una experiencia que no es reclamada como propia, que exige el reconocimiento de la alteridad como condición de posibilidad del reconocimiento primero? Vale decir, reconocerse en algo que no se reconoce como propio para poder, sólo entonces, intentar pensar vínculos. El pueblo palestino es, con seguridad, uno de los más 'solidarizados', pero las cosas siguen donde mismo, y muchas veces me parece que son escudos humanos para muchas cosas que no me gustan. Y sin embargo, la Naqba sigue ahí, como un proceso que se vuelve a repetir cada vez que un cohete explota del otro lado de ese muro infame que también hay que lamentar.

Monday 14 May 2012

(Jugar a desgajarnos el sol)

Tesis y transferencia

Salir de una y entrar a otra. Puede que incluso esté más motivado con esta. Puede incluso que esta sea más un aporte (¿) que la otra. Es sobre Marta Traba, y pienso que cuando investigo y escribo y hablo de ella y de las cosas a las que ella hizo que su nombre se asociara, pienso que estoy hablando más de mí mismo, o que es más una forma de hablar de mí mismo que de hablar de ella.

Thursday 10 May 2012

¿Discriminación?

Se aprobó la llamada "Ley Zamudio", y me pregunto para qué nos servirá. Sin desconocer la justicia de un reclamo por igualdad jurídica, tengo la impresión de que este acontecimiento legal se prestará (como lo han hecho otros de su estilo) para ser una barrera a la radicalización política general. ¿Gana el MOVILH? Sí, y también ganan los sectores políticos tradicionales, que no han tenido que hacer concesión alguna para aprobar un proyecto de ley que no se piensa más allá de consagrar la buena fe del marco legal para que nadie sea discriminadx. 


Ni qué decir tiene el hecho de que el léxico de la discriminación tiene limitaciones evidentes. Y lo que me complica mucho más es el proceso, el cómo llegamos aquí, que el hecho de que este hito esté en nuestro itinerario. Porque si hubiese la intención -que a todas luces parece no haberla, por razones que habría que desmenuzar en último término, pero que ya son conocidas de una u otra forma- de que el asunto no se acabase aquí, de que la lucha legislativa no fuese la única lucha o la más importante, entonces no me parecería tan terrible una ley anti-discriminación. Pero no es así, y en vez de preguntar '¿qué queremos además del piso menos-que-mínimo de una ley anti-discriminación?' asistimos a ejercicios bien vacíos de repudio a quienes se rehusaron a aprobar la ley. 


Gran parte de mis aprehensiones pasan por el hecho de que yo no creo que seamos un país más 'desarrollado', 'moderno' o 'justo' sólo por virtud mágica de que unas cuantas personas dijeron 'a favor'. No me convence esa idea, aunque entiendo que a muchxs sí. Tarea para la casa y para la calle de quienes nos decimos feministas revolucionarixs. Seremos un país mejor el día en que proyectos como este no sean moneda de cambio para que el gobierno de turno parezca buena onda; seremos un mejor país el día en que una ley sea una parte de la trayectoria de liberación de nuestra sociedad; seremos quizás mejores personas si en el camino nos transformamos también, y dejamos de pensar que está bien que las cúpulas negocien sin importarles que las personas supuestamente beneficiadas por una ley estén en el mismo estado de opresión, con la misma conciencia incuestionante. Y un mejor país en que la muerte no sea el requisito de cosas como esta, en que no haya que morir para que alguien recién se atreva a plantear -sin miedo- lo que se le ocurre es la vida que se le imagina más vivible.

Monday 7 May 2012

Algunas cosas de ahora último

Tesis, Sesegen, CECLA. Reuniones para regalar. Trámites, pasajes, viajar prospectivamente, pagos, entender que ya la adultez es inevitable, aun cuando las condiciones en las que vivo no sean del todo adultas.

Tuesday 1 May 2012

Trabajar

Seguimos teniendo en mente un tipo de mundo en el que trabajar es algo que dignifica, y yo creo que eso no está del todo mal. Lo terrible es pensar que en este país, y bajo las actuales circunstancias que son nuestro presente, el defender a lxs trabajadorxs es un trabajo más, y que quienes lo ejercen sean personas despreciables en tantos sentidos que la rabia se atora en la garganta. Hay una memoria que se transmite con todos los ripios que imponen nuestras condiciones, y no está mal que no recordemos de forma pura, pero me produce angustia ver que hay poco más que conmemoraciones repetidas año a año. ¿En qué momento salir a la calle y decir 'soy trabajadorx' se volvió algo ignorable? ¿En qué momento armar un sindicato pasó a ser un trámite o una lucha por la subsistencia?

La nostalgia deja poco. De hecho, la nostalgia es bastante avara. Es avara y veleidosa, porque beneficia precisamente a quienes se merecen más bien estar haciendo cualquier otra cosa que redactar discursos reciclados, dar conferencias de prensa que no alcanzan ni siquiera para una bravata comunicacional. Dan ganas de llamarse cualquier cosa menos trabajadorx cuando en los sillones engordan tanto lxs dirigentes que las cuotas sindicales apenas cubren la ropa interior que les aguanta la raja. O hay que llamarse de otra forma o hay que quitarles el nombre y hacer de ese nombre otra cosa. Porque si son esxs lxs trabajadorxs que van a hacer la revolución, preferiría que su revolución no llegase nunca y que nos hagamos otra revolución mejor.

Definiciones

La politique est l’activité qui reconfigure les cadres sensibles au sein desquels se définissent des objets communs. Elles rompt l’évidence sensible de l’ordre « naturel » qui destine les individus et les groupes au commandement ou à l’obéissance, à la vie publique ou à la vie privée, en les assignant d’abord à tel type d’espace ou de temps, à telle manière d’être, de voir, et de dire. Cette logique des corps à leur place dans une distribution du commun et du privé, qui est aussi une distribution de visible et de l’invisible, de la parole et du brut, est ce que j’ai proposé d’appeler du terme de police. La politique est la pratique qui rompt cet ordre de la police qui anticipe les relations de pouvoir dans l’évidence même des données sensibles. Elle le fait par l’invention d’une instance d’énonciation collective qui redessine l’espace des choses communes.
Jacques Rancière, Le spectateur émancipé, Paris, La fabrique édition, 2008, p. 66.

La política es la actividad que reconfigura los cuadros sensibles en el seno de los cuales se definen los objetos comunes. Ellas rompen la evidencia sensible del orden "natural" que destina a los individuos y los grupos al dominio o a la obediencia, a la vida pública o a la vida privada, asignándoles desde el comienzo a tal tipo de espacio o de tiempo, a tal manera de ser, de ver, y de decir. Esa lógica de los cuerpos en su lugar en una distribución de lo común y de lo privado, que es también una distribución de lo visible y lo invisible, de la palabra y lo crudo, es lo que he propuesto que se llame con el término de policía. La política es la práctica que romope ese orden de la policía que anticipa las relaciones de poder en la evidencia misma de los hechos sensibles. Lo hace por la invención de una instancia de enunciación colectiva que rediseña el espacio de las cosas comunes. 

Jacques Rancière, Le spectateteur émancipé (Paris: La fabrique édition, 2008), 66.