Monday 7 November 2005

Deporte al paso

Hay una cosa bien extraña en lo que se conoce como deporte extremo. Suena casi como si uno quisiera ostentar de facultades físicas (que por supuesto no existen, o bien es muy improbable que uno las desarrolle), de proyectarse como un ser glorioso que viene a mezclarse con el gentío normal; ese que vive en un departamente con baño de servicio usado a modo de bodega, que se sienta a ver la teleserie, toma la micro en vez de caminar seis cuadras (o lo que es lo mismo, tiende a tomar el Metro sólo para ir de una estación a otra) y va a trabajar de Lunes a Viernes siguiendo un horario más o menos fijo.

Y es que en el mundo real es alarmante la tendencia al sedentarismo, tanto así que la cultura glorificadora del ejercicio, aquella que traduce la buena forma como aval del éxito. Nutricionistas y entrenadores ponen los ojos en blanco por los cuerpos apolíneos que modelan los más asiduos a los gimnasios, mientras claman por una población que se ejercite, haga uso de los espacios públicos, salga a andar en bicicleta o se mueva del sillón.

Algo o bastante tienen de acertados esos comentarios. Sin embargo, el capital corpóreo continúa entronizándose. Entonces, lo que importa más no es la experiencia de subir un cerro, el exponerse al rigor desatado de las condiciones 'extremas', el encuentro con uno mismo a través del desafío físico; más bien lo relevante pueda encontrarse en los 'logros concretos' (propuestas concretas como dirían las candidatas). Léase altura escalada, kilómetros recorridos, litros sudados, minutos recorridos y así.

No hay lugar para contabilizar los kilos de tierra encima ni las horas de hambre o sed, el frío, el compartir con otras personas ni la concientización que se puede lograr respecto del entorno natural. Quizás sea necesario eliminar el deporte de la discusión. Abstraerse? Es muy debatible, porque una acción es eso: un realizar actos en el tiempo-espacio. Dudo que sea posible reducirlo a una actitud. Es una mezlca deliciosamente ambigua, gris e incómoda.

No comments: