Tuesday 21 March 2006

Void and distance

Echo de menos a Cortázar. Y a Borges un poco, pero ni tanto. Nunca me he sentido muy vinculado a Borges. Pero Cortázar me pena. Y me da lata no haber leído más cuentos de él, porque de verdad que lo disfruto.

En el que me gustaría profudizar es en Beckett, porque de verdad es muy choro.

Someone I really really miss is Sarah Kane. Pediré el libro de vuelta.

Extrañar es algo súper humano. Y siempre que pienso en eso, me acuerdo de que no tiene sentido alguno el echar de menos de no ser por la distancia. Que es el extrañar lo que mantiene a las personas cerca. O más bien, lo que genera la tendencia a unirse. Si uno existiera de facto al lado de todo (habría que tener ubicuidad, pero en fin), si no existiera la posibilidad de separarse, sin la distancia, sin un vacío que medie entre uno y la otra persona, entonces cuál es la gracia de echar de menos. No hay por qué preocuparse: we'll always be together, and so what? No existe motivación alguna para vincularse a lo que sea que hay afuera. Total, ya está y estará siempre.

Menos mal que existe el vacío...

2 comments:

Miguelius said...

Hola,
Coincido plenamente con el planteamiento que haces. Feliz que exista vacío y que partiendo de ahí podamos disfrutar de estar juntos a los que queremos y extrañarlos también.
Yo extraño a Neruda, Dickens y London. Que mixtura ¿No?. Menos mal que son clásicos y que los puedo conseguir a buen precio. El día que sean autores más recientes los extrañaré tanto que ni el 188 ni el 123 me ayudarán a conceguirles precios más rebajados a sus libros.
Cuídate Mr. Danger (jejeje)

Anonymous said...

en verdad todo concepto se basa en su opuesto, en su contraddición. tal como tu dices, si no existiere la distancia, la nostalgia no sería más que una palabra sobrante en nuestra lengua. por eso la distancia me gusta, te permite remitir los sentimientos mundanos de la relación (se ésta interpersonal, introspectiva, geográfica, o incluso con el concepto, palabra o sensación misma)a un plano reflexivo de espectador: te hace meditar. te zumba. te acostumbra. somos animales de costumbre, lo cual es muy humano, y finalmente le densidad misma de el extrañar se desvance en nuestra cotidianeidad costumbrista.

no olvide a cortázar.