Friday 25 May 2007

First

Si de repente olvidara todo, eso, es tan tentador. Porque aun cuando no puedas recordar nada, aun cuando haya años que se borren y desaparezcan, queda todo por hacer. Todo un pasado que ya no está y del cual no hay que decir nada ni ocultar ni aumentar nada. Más todavía: todo momento se vuelve una primera vez. Con la posibilidad de reconstruir, de armar momentos que merezcan la pena.

Primera vez que ves el mar, primera vez que te columpias, primera vez que vas al cine, primera vez que lloras, primer beso, primera vez que comes torta, primera vez que comes chocolate, primera rosa, primera chaqueta, primer cuadro, primer museo, primer viaje fuera del país, primera vez que lees ese libro. Above all, first love.

En el olvido repentino descansa la potencia del momento perfecto. Y este texto podría haber quedado mejor, pero aun si lo borro sabré que de una sola vez no salió, que no hubo una primera versión que fuera lo suficientemente buena. Como la vida misma. A pesar que sea sólo una vez, está llena de recurrencias y volver-a-ser. Entonces quedo tan tentado por olvidar y que haya cosas que sean las primeras, incluso las cosas que todavía no son las primeras.

1 comment:

Diego said...

Tener privilegios es siempre un arma de dolbe filo.
Y las segundas oportunidades son siempre un privilegio.

pero si, que ganas de volver a hacer y/o intentarlo...
aunque no se me quita el miedo de sólo pensarlo.
Quizás el miedo es el problema.

Gracias por tus comentarios.
Nunca nadie los había hecho.

love,
Moi.


[¿viste? se decir yo en francés]