Y ahora es el momento en el cual uno tiene que estar más o menos obligado a conmoverse. A conmoverse o a repudiar. O decir que esto es una tragedia terrible, 'jóvenes llenas de vida', o reclamar que sólo porque son del colegio que son es una tragedia tan terrible en la prensa.
Hasta el disentimiento tiene su norma de deber ser. Como el tema de la María Música. Nueva mártir de la izquierda. 'No mates la música'.
Tampoco es como si me anduviesen persiguiendo por no sentirme afectado ni indignado por nada de eso. Pero nunca falta la persona moralista que dice cómo es que uno tiene que sentirse respecto del hambre en África o de los fetos asesinados.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
1 comment:
Debo reconocer que esa chapa de no mates la música me dio risa. Pero lo otro no me produjo nada. Sencillamente es lamentable que se le mire raro a la gente por no sentir lo que siente la mayoría, qué sé yo en realidad.
Saludos.
Post a Comment