Saturday 5 August 2006

On Rimbaud (Intro)

Esto es parte de un ensayo que estamos trabajando con Lucian Davezac. You'll see some parts.

They had it in for us, didn’t they?
Right from the beggining. Who’d have
thought that we were so important?
(Rosencrantz & Guildenstern Are Dead)

Leer es un ejercicio para la mente. Una actividad para llenar los tiempos de ocio. Lo que se llama un ‘placer intelectual’. Siendo sinceros, lo anterior no sólo suena ridículo, sino que carece de cualquier sustento. Adentrarse en la Literatura (o más bien dicho, en la Poesía) constituye un riesgo y una posibilidad de llevar las experiencias al límite. Es en esta línea que hemos decidido hacer una exploración por elementos que consideramos trascendentales como fenómenos poéticos, todos ellos con el común denominador del poeta francés del Siglo XIX, Jean Arthur Rimbaud.

Como antecedentes, cabe mencionar sus obras Illuminations (Iluminaciones), Poésies (Poesías), Une saison en Enfer (Una temporada en el Infierno), además de la numerosa correspondencia entre Rimbaud y sus amigos.

A partir de esas obras es que elaboramos nuestra perspectiva (parcial, arbitraria pero profundamente propia) de lo que es Rimbaud. No importan tanto los juicios de valor que emitimos, su significación dentro del movimiento literario de los simbolistas ni la trascendencia que alcanza en artistas contemporáneos y posteriores; más bien interesa lo que logra consigo mismo y en nosotros, el fenómeno del poeta. Y entendiendo por fenómeno no un conjunto de estímulos psicológicos y emocionales, sino más bien la experiencia como un todo, Poesía como una acción que ejerce una injerencia total sobre quien la vive. Una vuelta, tal vez, al sentido más puro de las palabras, poiesis y aesthetos, creación y sensibilidad. Todo en el individuo.

1 comment:

Miguelius said...

Hola,

Buena sinopsis.
Te comentaré que no adhiero tu visión de la Literatura como una experiencia que puede llevar al límite. Mejor dicho, que para mí esa aseveración se cumple sólo en forma parcial e indirecta.
Veo a este preciso arte de la escritura es un instrumento que por si sólo no determina mucho. Debe ser condimentado por la experiencia humana. Es decir, cada persona le dará una significación distinta al acto de leer y a lo que se lee según sea su experiencia humana.
Para algunos puede ser el de la captación de sabiduría, para otros el oficio que ejercen, un ocio, la degradación interna de la persona o bien, el sentido de la felicidad. Pero lo interesante es que nada de esto es posible sin una infínita extensión de hechos del género humano, cada interpretación tomará forma según el ojo que se se ponga y según la crítica que se le haga. Ahí recién entraremos al umbral de una sensación límite, porque tras todo la Literatura es, como el ser humano, un ente social.
El proceso de escribir es otro cuento, y mucho más pendenciero .